MODA Moda y Belleza - 

Eliana Paco, embajadora de la moda de la chola boliviana en el mundo

El tradicional y aparatoso atuendo de las indígenas aymaras bolivianas ha emprendido vuelo internacional de la mano de la diseñadora Eliana Paco, embajadora de la "cholita paceña" hasta en las pasarelas de Nueva York.

Polleras de vistosos colores y mantillas de lana de alpaca o, para las más pudientes, de fibra de vicuña. Todo ello coronado con un borsalino minúsculo tipo bombín, que desafía la gravedad de las empinadas calles de La Paz, en un equilibrio impensable sobre la cabeza.

Hasta hace unos años objeto de discriminación, el atuendo aymara se ha convertido en señal de "identidad y orgullo", dice a la AFP desde su taller la diseñadora, que ha dado a la indumentaria indígena un toque de "sofisticación para traspasar las fronteras".

Cada vez es más frecuente ver a ministras, juezas o presentadoras de televisión con esta seña inconfundible de su identidad cultural.

Una visibilidad y una autoestima que han venido de la mano del primer presidente aymara del país, Evo Morales, quien en cuestión de moda ha creado tendencia al prescindir del traje y corbata occidentales para lucir elegantes chaquetas de lana de vicuña ribeteadas o decoradas con delicadas franjas con simbología de su pueblo.

Para su puesta de largo internacional, esta artesana de la moda llevó su colección "Pachamama" (madre tierra, en quechua) a la semana de la moda de Nueva York en septiembre, tras ser presentada en la casa de gobierno en La Paz, en clara señal del apoyo gubernamental.

Esta modista de 34 años, hija de artesanos y madre de tres hijos, quiere llevar la cultura y la identidad de su ciudad a través de la moda por el mundo.

"Hemos estado por primera vez en la 'Fashion Week'. Es la primera vez que un traje de la mujer chola llega a las pasarelas con 12 modelos internacionales que se han puesto nuestras vestimentas", relata Paco.

Tanto en la vida diaria como en las grandes celebraciones, las indígenas aymaras utilizan este característico atuendo, especialmente en La Paz.

Cada una de las tres o cuatro capas que integran la pollera típica, que cae por debajo de la rodilla, puede tener hasta seis metros de tela y pesar hasta 10 kilos.

Paco le ha dado un toque sofisticado a la ropa de la típica chola paceña, combinándola con ligeras blusas ceñidas a la cintura bajo los "aguayos", una prenda tejida a mano con hilos teñidos con colores naturales, mantas en fibra de vicuña, lana de alpaca y macramé.

Algunas son el resultado de dos semanas de trabajo confeccionado por tres personas.

En acontecimientos sociales o religiosos, las cholas adornan su vestimenta con ricas joyas de oro y plata, metales de los que Bolivia es gran productor, y piedras preciosas.

El atuendo completo puede costar entre 1.500 y 30.000 bolivianos (entre 200 dólares y 4.300 dólares). Las más pudientes decoran los sombreros con piezas de oro o plata y sujetan las mantas con exquisitos broches, en sí verdaderas piezas de museo, que pueden valer varios miles de dólares.

Los españoles impusieron esta indumentaria a la servidumbre femenina en el siglo XVII. Pero lejos de la sumisión, este atuendo es símbolo de emancipación y orgullo de un pueblo que se ha logrado reivindicar en la última década.

"Para mí significa cultura, identidad, orgullo, trabajo, porque la mujer chola trabaja mucho y duro. También es empoderamiento de la mujer, que es independiente y profesional", dice Paco, vestida con sus propios diseños y las trenzas inconfundibles de la chola paceña.

Paco tiene en la diseñadora española Agatha Ruiz de la Prada una valedora.

"Me encanta la ropa de cholita, me recuerda mucho a Yves Saint Laurent y a la mejor época de Armani, que usó los sombreros borsalinos", sostiene.

"Hasta ahora no había habido una cholita con sentido de marketing y ella lo tiene (...) Me encantaría poder llevarla a Madrid, a París", dice a la AFP en Lima, donde presentó su propia colección semanas atrás.

Esa es precisamente la próxima meta de Paco. "Yo creo que es posible que la manta o el sombrero pueden ser usados por las mujeres europeas en su vida cotidiana", asegura con voz suave y una sonrisa.

En particular los chales, que se pueden combinar tanto con un vestido occidental como con unos simples jeans.

Para Adriana Barriga, de la Agencia Municipal de La Paz para el Desarrollo Turístico, la "chola paceña" puede ser una veta para atraer el turismo.

"Los turistas dicen que en otros países no se ven indígenas, pero (en La Paz) cada día se convive con la chola paceña, no se necesita disfrazar a nadie, es parte de la cultura, parte del atractivo turístico y los turistas valoran esto demasiado", apunta.

En esta nota: