Una empleada doméstica se llevó el susto de su vida, cuando se disponía a depositar ropa en la secadora y el artefacto le explotó.
Un gran estruendo se escuchó en el apartamento N°10 del edificio Portofino, en el corregimiento de San Francisco.
Una empleada doméstica se llevó el susto de su vida, cuando se disponía a depositar ropa en la secadora y el artefacto le explotó.
Un gran estruendo se escuchó en el apartamento N°10 del edificio Portofino, en el corregimiento de San Francisco.