Si alguna vez usted tiene dudas de que la Fe mueve montañas, la historia del guerrero Asbel Arauz se encargará de recordárselo, la sonrisa con la que llegó este martes a suelo panameño, es el símbolo de que cuando se quiere se puede.
A bordo del avión presidencial HP-1A, pasadas las 1:00 p.m, después de un año y dos meses y una gran lucha por su vida, el pequeño Asbel Arauz, arribó a Panamá luego de ser dado alta tras un trasplante de corazón.
Abuelos, tíos, tías, vecinos, primos y hasta el propio presidente de la República, Juan Carlos Varela, lo esperaban en el Aeropuerto Marcos A. Gelabert en Albrook.
Sonriente, fuerte e irradiando luz, el pequeño Asbel agradeció a todo Panamá la gran ayuda que permitió que pudiera seguir viviendo.
Asbel nació con una cardiopatía que le tenía los días de vida contados, tras una maratónica recolecta gracias a la bondad de miles de panameños, se pudo recolectar parte del dinero para que fuera intervenido y le pudieran colocar un corazón nuevo.