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Varela propugna luchar contra la corrupción pero "sin perjudicar al inocente"

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, defendió hoy la necesidad de luchar contra la corrupción pero de tal manera que se proteja el empleo, las obras y no se perjudique "al inocente".

En declaraciones a Efe, tras intervenir en un debate organizado por el Foro Económico Mundial en Davos, el presidente panameño explicó su visión de cómo debe combatirse el flagelo de la corrupción, que se extiende por América Latina.

"Es importante mantener la lucha contra la corrupción como un tema popular y para ello hay que hacerlo sin afectar al inocente, protegiendo empleos, protegiendo obras y protegiendo sobre todo los intereses de la población", afirmó.

Panamá representa a este respecto un "caso de estudio y de éxito", según su presidente, después de la designación de un Ministerio Público independiente y de la separación que se ha establecido entre la labor de la Justicia y la del poder ejecutivo.

Gracias al trabajo del Ministerio Público, el país va a recuperar por encima de los 500 millones de balboas de dinero procedente de la corrupción, según Varela.

Ese dinero ya está siendo devuelto a la ciudadanía en bonificaciones para los trabajadores públicos y privados, y pensiones que llevaban décadas atrasadas.

"Hemos podido pasar por este proceso sin afectar a la economía, sin afectar a los empleos", dijo.

Es, continuó, como "sacar un tumor de la estructura de la economía del país, pero a la vez protegiendo a la economía, a los empleos y sobre todo al inocente que no tiene ningún tipo de responsabilidad en lo que pasó".

Se ha producido una separación: "la Justicia -el Ministerio Público- hace su trabajo, y el órgano ejecutivo hace el suyo".

Y al presidente, señaló, le corresponde "proteger empleos, proteger obras, proteger a las comunidades" que se benefician de esas obras, mientras que al Ministerio Público "le toca investigar, que el pueblo sepa la verdad y recuperar el patrimonio para la población".

"La circunstancia de haber recibido un gobierno en el que había tantas irregularidades en el pasado nos llevó a buscar nuestro propio camino de cómo poner orden en el país", resumió Varela.

Un empresario -consideró- puede convertirse en un buen gobernante, pero siempre y cuando entienda que su jefe y su principal accionista es el pueblo, al que se debe.

"Si hace el cruce (de la empresa privada al cargo público) pensando que son sus socios o los amigos o los empresarios que compartieron (negocios) con él a quienes se debe, entonces comete un error", afirmó.

Pero, "si lo hace con vocación y con entrega, y entendiendo que su accionista es el pueblo, al que se debe, entonces puede ser una historia de éxito, como cierto va a ser la de Panamá", pronosticó.

Para Varela fue un "error de comunicación" la decisión de la Unión Europea (UE) de incluir a su país en la llamada "lista negra" de paraísos fiscales.

"Estábamos con la OCDE revisando algunos temas puntuales y la UE decidió entrar a revisar los mismos temas. Panamá lo entendió pero notificó que eso se estaba viendo con la OCDE en su momento, y por una cuestión de comunicación en un tema muy puntual, muy técnico, sobre los centros de llamadas, Panamá quedó en una lista negra de una forma injusta".

Pero, añadió Varela, "arreglado ese problema de comunicación, se resolvió la injusticia que se había hecho con el país".

Insistió en que "fue un tema muy técnico", en el que no entraron ni las cancillerías ni los jefes de Estado y que no sólo le sorprendió a él "sino también a los cancilleres de la UE que muchos no sabían lo que estaba pasando".

Varela también se refirió en Davos a la situación que se vive en Venezuela.

"Si en 2018 no hay elecciones libres en Venezuela, con una participación de la oposición, con autoridades electorales neutras y con respeto a los dirigentes opositores, no tendremos otra alternativa que aumentar la presión diplomática y otro tipo de presiones", manifestó Varela.

"Esto pasó de ser una crisis política y económica y se ha convertido en una crisis humanitaria, donde 25 millones de personas están viviendo momentos difíciles", según el presidente.

Si las presiones diplomáticas no funcionaran, entonces, a juicio del presidente panameño, "tocará sentarse a la mesa, entre todos, y asegurar que aquellos que son responsables por la situación tan delicada del país entiendan que no sólo tendrán una responsabilidad en su país, sino ante el mundo entero, por profundizar una crisis que ya está afectando no sólo la calidad de vida, sino la vida misma".

FUENTE: EFE

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