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Gobierno mantiene paralizada la construcción de Ciudad de la Salud

La Ciudad Hospitalaria, recién nombrada Ciudad de la Salud, una obra de 517 millones de dólares y 219.465 metros cuadrados, lleva un año paralizada, a la espera de que el Gobierno del presidente Juan Carlos Varela decida qué hacer con el proyecto y resuelva sus disputas con la constructora adjudicataria.

A media hora en coche de la capital, en un terreno selvático de difícil acceso y cercano al Canal de Panamá, yace abandonado y a medio hacer lo que un día se concibió como uno de los complejos hospitalarios más grandes de América Latina.

En octubre de 2011, durante la Administración del expresidente Ricardo Martinelli, la Caja del Seguro Social (CSS) adjudicó a la constructora española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) este proyecto que incluye 17 edificios, 38 quirófanos, más de 320 consultorios, 1.243 camas, kilométricos estacionamientos, un helipuerto y hasta un hotel.

La maquinaria de FCC empezó a trabajar a principios de 2012 y en el punto álgido de la obra llegaron a operar hasta 1.600 trabajadores; hoy día la estampa es bastante distinta.

Las tuberías, los cables y los andamios descansan tal y como se dejaron hace ya casi un año y el escaso centenar de obreros que todavía deambula por el proyecto lucha por conservar y darle mantenimiento a una obra que tiene un avance del 42 % y en la que la CSS ha desembolsado hasta el momento 166 millones de dólares.

Cuando Juan Carlos Varela asumió la presidencia de Panamá en julio de 2014, en su afán por combatir las supuestas corruptelas de Martinelli, su antecesor y quien fuera aliado político, investigó con lupa varios proyectos en marcha, entre ellos la Ciudad Hospitalaria.

"En ningún país se paralizan las obras cada vez que se cambia el Gobierno", denunció un trabajador de FCC durante una visita de Efe a la construcción.

La nueva dirección de la Caja del Seguro Social advirtió varios supuestos incumplimientos en el contrato, como el uso de pladur, y decidió replantearse todo el proyecto.

El actual director de la CSS, Estivenson Girón, dijo públicamente que FCC había usado 70.000 metros de dicho material para hacer las divisiones internas de los distintos edificios, algo que, según él, no se contemplaba en el contrato y que pasó por alto su antecesor en el cargo, Guillermo Saéz Llorens, quien está siendo investigado por varios casos de presunta corrupción.

El pladur, que en Estados Unidos se conoce como gypsum, es un material poco utilizado en Panamá porque, según dicen sus críticos, es poco resistente a la humedad del país tropical.

"FCC no va a entrar en debates públicos sobre el diseño o cualquier cuestión relacionada con hipotéticas diferencias con la CSS o cualquier otro responsable implicado", declaró la constructora en un comunicado al respecto enviado a Efe.

La compañía española accedió a reemplazar el pladur (de hecho ya ha empezado a retirar parte de los muros), pero todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre el nuevo material y las obras no se pueden reanudar porque el Gobierno panameño sigue sin especificar cuáles son sus nuevos planes para el complejo hospitalario.

"Como hemos demostrado hasta ahora y vamos a seguir haciéndolo, nuestra postura es de diálogo y colaboración para lograr soluciones satisfactorias para todos", asegura FCC.

Varias fuentes involucradas explicaron a Efe que el complejo hospitalario sobrepasa la capacidad gestora de la CSS y que la idea de construirlo fue fruto de los "delirios de grandeza" de Martinelli, del que Varela fue vicepresidente hasta el último día de su gestión.

"La actual Administración no sabe qué hacer con él. No fue un proyecto planificado, no se calibró qué impacto podría tener en el mejoramiento del sistema sanitario de Panamá. Su ubicación fue un gran error, también su tamaño, y el costo de funcionamiento y mantenimiento es muy alto", apuntó el coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal), Domingo Moreno.

Mantener y hacer funcionar la ciudad sanitaria requiere de 350 millones de dólares al año. De ahí que el Gobierno, para aligerar los gastos de la CSS, haya decidido alquilar el 20 % del complejo al Ministerio de Salud, que trasladará allí la nueva sede del Instituto Oncológico Nacional. De momento, descartan mudar nuevas instituciones.

"En América Latina no existe ningún monstruo como este", sostuvo en un medio local Girón, que declinó ofrecer una entrevista a Efe y cuyo equipo de comunicación se limitó a contestar varias preguntas a través del correo electrónico.

El Seguro Social pretende que la obra esté lista en diciembre de 2017, pero FCC prefiere no hablar de fechas y redobla los esfuerzos para mantener con vida a este gigantesco paciente en coma.

FUENTE: EFE