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"Cumpleaños feliz" y "El oboe de Gabriel", banda sonora de Ruta Quetzal

Panamá (EFE). Los acordes de "Cumpleaños feliz" y "El oboe de Gabriel", el tema más conocido de cuantos compuso Ennio Morricone para la película "La misión", pusieron la banda sonora al viaje que trasladó a la segunda expedición española de la Ruta Quetzal BBVA a Panamá.

Un grupo compuesto por aproximadamente un centenar de personas, entre estudiantes, monitores, médicos, responsables de la organización y periodistas, completó la expedición que el miércoles partió de España -que incluye, además de los jóvenes de ese país, a los "ruteros" del resto de Europa- y la procedente de los distintos países de América.

La terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas se convirtió, antes del despegue, en un improvisado escenario en el que decenas de expedicionarios rodearon a Zhuliyan (Julian) Zhekov, el único representante de Bulgaria en la expedición, que festeja su decimosexto cumpleaños, para dedicarle una canción.

"Encantado" con el homenaje que sus compañeros "ruteros" le hicieron hoy, Zhuliyan confesó a Efe que estaba más feliz aún por el hecho de que su cumpleaños de 2013 "dure 31 horas", por el desfase horario con el continente americano.

Pese a no disfrutarlo con su familia, esta estará más que presente en la jornada, pues su madre ha enviado 280 pulseras de regalo para expedicionarios y monitores que el joven búlgaro entregará tras la cena.

Zhuliyan, que procede de Varna, nunca había viajado solo ni en avión y en solo dos días ya ha volado dos veces: de Bulgaria a España y de ahí a Panamá.

Amante de la cultura y del fútbol de España -"del Barcelona, especialmente", dijo-, lleva dos años estudiando español en una de las dos escuelas que hay en su ciudad para aprender este idioma, cuyo conocimiento es requisito imprescindible para integrar la expedición.

En su vigésima octava edición, que tiene por lema "De la selva del Darién a la Europa de Carlos V", la Ruta Quetzal BBVA visitará Panamá, Bélgica y España hasta el 23 de julio, fecha en que los 248 expedicionarios -134 españoles y 114 de otros 49 países, según datos de la organización- dirán adiós a más de un mes de convivencia.

La necesidad de que la ingente maquinaria que es la Ruta Quetzal BBVA funcione a la perfección obliga a los monitores a imponer una disciplina casi espartana, de manera que éstos cuentan y recuentan frecuentemente sus "unidades".

Pero una vez dentro del avión, máxime tras una hora de retraso en la salida del vuelo, el orden dura poco. Pese a que los jóvenes "no durmieron nada" en su primera noche de campamento en los alrededores de Madrid, como admite Sandra Loreto, una de las monitoras, la sobreexcitación que llevan por este viaje-aventura les hace pasar de pie buena parte del mismo.

Y en medio de ese revuelo adolescente -todos los expedicionarios tienen 16 y 17 años-, las mágicas notas de una flauta travesera, un saxo, un oboe y una trompa se elevaron para llenar de magia el centro de la aeronave.

Borja Morera, responsable del Aula de Música, reconoce a Efe que sugirió a algunos de los chicos que viajan con instrumentos -hay seis a bordo- que acometiesen alguno de los temas que han preparado por internet en el último mes, entre ellos la reconocible melodía del filme "La misión".

Aunque no sonaron notas del país de destino, el profesor explica que han estudiado "Bullerengue" y "El tambor de la alegría" (o "Tamborito"), dos obras para coro típicas de Panamá, que ensayarán "cuando se pueda" e interpretarán "en cualquier ocasión", detalla.

El creador y director de la Ruta Quetzal BBVA, Miguel de la Quadra-Salcedo, resaltó hace unos días a Efe la importancia de llevar un diario de viaje y algunos empezaron a anotar sus vivencias nada más tomar asiento.

Pero otros -la mayoría- optaron por apurar cada minuto del vuelo como si el viaje terminase hoy mismo, dando por buena esa frase de Joseph Conrad que preside los cuadernos que les acompañan: "Creí que era una aventura y en realidad era la vida".

FUENTE: Agencia EFE

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