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El único yihadista vivo del comando que atacó París, a juicio en Bélgica

Salah Abdeslam, único superviviente de los comandos yihadistas que atacaron París en noviembre de 2015, comparecerá públicamente por primera vez el lunes ante un tribunal de Bruselas por su presunta participación en un tiroteo en 2016 en Bélgica.

La eventual colaboración con la justicia de este hombre de 28 años es una incógnita, máxime cuando mantuvo silencio ante los investigadores durante sus 21 meses de prisión en Francia.

Este francés de origen marroquí, que creció y se radicalizó en la popular comuna bruselense de Molenbeek, acabó formando parte de una célula yihadista implicada en al menos tres sonoras operaciones en los últimos años.

Los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París (130 muertos), del 22 de marzo de 2016 en Bruselas (32 muertos) y el malogrado ataque en un tren entre Ámsterdam y París en agosto de 2015 responden "quizás a una única operación" de la organización Estado Islámico, según la fiscalía federal belga.

Una asociación de víctimas de atentados, V-Europe, que dice representar a unas 200 de los atentados de Bruselas, acaba así de reclamar ser parte civil en el juicio por un tiroteo el 15 de marzo de 2016 durante un registro rutinario en uno de los refugios utilizados por la célula en la comuna bruselense de Forest.

Tres policías resultaron heridos, mientras que un yihadista de origen argelino de 35 años, Mohamed Belkaid, falleció al enfrentarse con los agentes para cubrir la huida de Abdeslam y de un cómplice, Sofiane Ayari, un tunecino de 24 años, a quien la justicia también juzgará a partir del lunes.

Los investigadores hallaron una huella de ADN del superviviente de los comandos del 13 de noviembre en este refugio.

Ambos yihadistas fueron detenidos tres días después, el 18 de marzo, en Molenbeek, una detención que, según los investigadores, representa el detonante de los atentados del 22 de marzo, cuando tres atacantes suicidas se hicieron explotar en el aeropuerto y en el metro de la capital belga.

Para Guillaume Lys, abogado de V-Europe, "el tiroteo de la calle Dries [de Forest] se inscribe en una continuidad entre el 13 de noviembre y el 22 de marzo". "Y las víctimas de los atentados necesitan y tienen el derecho a tener respuestas" de los hechos juzgados, agrega.

La defensa de los dos acusados podría acoger de mal grado esta constitución en parte civil de última hora durante la apertura del proceso el lunes, aunque varias fuentes relacionadas con el caso excluyen cualquier nuevo aplazamiento.

La audiencia, que debía celebrarse inicialmente a mediados de diciembre ante el tribunal correccional de Bruselas, se aplazó para dejar tiempo a Sven Mary, el flamante abogado de Abdeslam, para preparar su defensa.

Este reputado penalista belga le asistió en un primer momento justo después de su detención, pero tiró la toalla siete meses después criticando la incomprensible actitud de su cliente.

Durante el proceso, Salah Abdeslam y Sofiane Ayari deben responder de los cargos de "intento de asesinato de varios policías" y "tenencia de armas prohibidas", todo ello "en un contexto terrorista". Se enfrentan a hasta 40 años de prisión.

Habrá un despliegue de seguridad durante el juicio que tendrá lugar hasta el viernes, con un día de descanso el miércoles, en el imponente Palacio de Justicia de Bruselas.

Hasta allí, Abdeslam llegará cada día desde la prisión de Vendin-le-Vieil, en el norte de Francia, donde tiene las mismas condiciones de detención que en la cárcel cercana a París en la que se encuentra en régimen de aislamiento bajo videovigilancia 24 horas desde su ingreso a finales de abril de 2016.

El trayecto de 150 kilómetros que separa Vendin-le-Vieil de Bruselas estará escoltado por unidades de élite de la sección antiterrorista de la gendarmería francesa y de la policía judicial belga, en alternancia.

FUENTE: AFP