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Vicepresidente brasileño pide "alianza nacional" para enfrentar la crisis

El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, pidió hoy a empresarios una "alianza nacional", apoyada en la "solidez institucional" con la que todavía cuenta el país, para enfrentar la actual crisis política y la delicada situación económica.

"La crisis es grave y necesitamos reunificar el país", abogó Temer durante un seminario promovido por la revista económica brasileña Exame en Sao Paulo y que fue abierto en esta edición por el juez federal Sergio Moro, el responsable del proceso judicial por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

Esa "alianza nacional", resaltó Temer, busca la "reunificación de todos" para constituir una "base aliada y política más sólida en términos de gobernabilidad, y que ahora es muy inestable".

Según Temer, es una alianza para "trabajar en conjunto y no esconder las dificultades".

"Hay necesidad de una unidad nacional para tener más tranquilidad social. No es más posible esta divergencia que vemos en las calles, que es una cosa complicada", subrayó Temer, también presidente del aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la principal fuerza de la coalición del Gobierno, en referencia a las constantes manifestaciones contra la presidenta Dilma Rousseff.

En ese propósito de conciliar una "alianza nacional", Temer dijo confiar en la solidez de las instituciones, que, afirmó, a pesar de la crisis, cumplen su función, y permitirán al país "salir de la crisis mejor de lo que entró".

"No tenemos crisis institucional" porque los poderes, como el judicial, "están funcionando en medio de la crisis política y económica", aseveró Temer, quien dejó recientemente la función de articulador político del Gobierno que ejerció este año a petición de Rousseff.

Temer también defendió el ajuste fiscal propuesto por el Gobierno para enderezar el rumbo de una economía que está en recesión técnica, con dos trimestres consecutivos en números rojos y que, según las proyecciones oficiales, terminará el año con una contracción del 1,49 %.

Entre los puntos del ajuste, Temer destacó la necesidad de "repatriar o recaudar tributos del dinero de brasileños que están en el exterior, como fue hecho por Estados Unidos, Alemania o Italia", pero admitió que, en situaciones como la actual, "es dificilísimo gobernar con 32 partidos políticos" y sacar adelante los proyectos.

"Hoy no tenemos prácticamente partidos, tenemos siglas partidarias" y por eso es necesario una "reestructuración político-partidaria para dar credibilidad política al país", apuntó el vicepresidente, quien es partidario de "la reducción del número de los partidos políticos".

En su intervención, Temer habló también sobre el presupuesto del Ejecutivo para 2016 que el Gobierno entregará hoy al Congreso para su evaluación y que, admitió, prevé un déficit.

"Presupuesto con déficit es una cosa extremadamente preocupante, pero está siendo hecho así, primero, para registrar la transparencia política de los asuntos de presupuesto. O sea, no hay maquillaje en las cuentas", resaltó.

El foro abordó precisamente el tema de las cuentas del Gobierno, que fue acusado de un "maquillaje fiscal" en la rendición de su informe de 2014, una aparente irregularidad con la que la oposición quiere justificar un juicio con fines de destitución contra la presidenta, Dilma Rousseff.

El magistrado del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) Agusto Nardes, relator del caso en esa instancia, indicó que el país "no puede seguir maquillando sus cuentas.

"Grecia tuvo a Europa que la salvó y nosotros no tenemos a Europa para salvar a Brasil, tenemos que tomar medidas en el contexto interno y tenemos todo para resolver la crisis", manifestó.

FUENTE: EFE