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El único preso por masacre de Curuguaty recibe condena por otro caso de 2008

Rubén Villalba, líder campesino y único encarcelado por la masacre de Curuguaty, que en 2012 llevó a la destitución del entonces presidente paraguayo, Fernando Lugo, fue condenado hoy a 7 años de prisión por un delito ocurrido en 2008 durante una protesta, dijo a Efe su abogado, Gustavo Noguera.

Villalba fue condenado por su supuesta participación en la retención de un vehículo de la Fiscalía que en 2008 investigaba una denuncia de los propietarios de una finca dedicada al cultivo de soja en colonia Pindó.

En esta propiedad, los campesinos protestaban aduciendo que los dueños estaban fumigando sin las mínimas medidas de seguridad.

"No se presentó ninguna prueba documental ni científica de la participación de Villalba en los delitos de los que se le acusa. La condena se basó únicamente en los testimonios, que son de funcionarios de la misma Fiscalía que ejerció la acusación", declaró Noguera.

El abogado anunció que la defensa de Villalba recurrirá la condena a prisión y consideró que el dirigente campesino es víctima de una "persecución política" que demuestra "el ensañamiento del Estado con las organizaciones sociales".

La Fiscalía solicitaba para Villalba 12 años de prisión por los delitos de "privación ilegítima de libertad, coacción y coacción grave" por su supuesta intervención en el conocido como "caso Pindó".

La causa fue reabierta en abril, cuando el acusado, que se encontraba en prisión preventiva por su presunta implicación en la masacre de Curuguaty, iba a ser beneficiado con una medida de arresto domiciliario.

Las autoridades revocaron la medida al encontrar que Villalba estaba implicado en el "caso Pindó" y solicitaron su reingreso en la prisión asuncena de Tacumbú, donde el campesino había pasado 58 días en huelga de hambre para solicitar su libertad.

Desde entonces, Villalba se mantiene en prisión preventiva por esta causa, aunque sus abogados afirmaban que el plazo máximo de vigencia de esta medida para el delito que se le imputa por el "caso Pindó" era de seis meses.

En octubre de 2014, después de que venciera este plazo de seis meses, Villalba inició una nueva huelga de hambre por su excarcelación, que mantuvo durante 22 días y que se vio obligado a abandonar por severas razones de salud.

En total, y tras su arresto en septiembre de 2012 por la masacre de Curuguaty, Villalba acumula 28 meses en prisión preventiva y tres huelgas de hambre, según su defensa.

La matanza en Curuguaty de once campesinos y seis policías ocurrió en un enfrentamiento durante un desalojo irregular de campesinos que habían ocupado una finca que querían que formara parte de la reforma agraria.

Los sucesos llevaron a la destitución una semana después por parte del Congreso del presidente Lugo, tras un controvertido juicio político.

Los trece campesinos acusados de los sucesos se enfrentan a cargos de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal y diez de ellos también afrontan el cargo de intento de homicidio de los policías, mientras que no hay nadie imputado por la muerte de los once campesinos.

El juicio contra los acusados, de los que Villalba es el único que permanece en prisión, está fijado para el próximo mes de junio, después de que fuera pospuesto por la Justicia en varias ocasiones.