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Las tropas de Al Asad acosan Deraa a pesar de advertencias internacionales

Las fuerzas gubernamentales sirias han comenzado el acoso a los rebeldes de la ciudad de Deraa, una de las últimas zonas con presencia de facciones armadas en el sur del país, mientras que la ONU expresa su preocupación por la situación de 750.000 personas amenazadas por la violencia en esta región.

Tras una semana de bombardeos, en los que han muerto al menos 38 civiles, las fuerzas del régimen se han apostado al sureste de Deraa, capital de la provincia homónima, para preparar la irrupción en la ciudad, según la agencia oficial siria, SANA.

Los soldados y milicias aliadas de Damasco están disparando y allanado el camino para el acceso de las unidades militares.

Asimismo, SANA aseguró que han cortado las vías de suministros de los "terroristas", en referencia tanto a la oposición armada como al grupo Estado Islámico o la antigua filial de Al Qaeda, en la zona ubicada entre la carretera de Al Sad (la presa) y el barrio de Deraa al Balad, en dirección a la frontera con Jordania.

La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que las fuerzas gubernamentales lanzaron hoy 15 misiles de tipo tierra-tierra contra Deraa, mientras que aviones de guerra continuaron bombardeando varias zonas de la urbe.

El 19 de junio, las fuerzas sirias iniciaron una ofensiva contra la provincia de Deraa, tras casi un año de calma gracias a un alto el fuego alcanzado en julio de 2017 con la mediación de Rusia, valedor de Damasco, y EE.UU. y Jordania, socios de la oposición.

En esta semana de combates, el Observatorio ha contabilizado también la muerte de 33 efectivos del Ejército de Damasco y de 29 combatientes de las facciones rebeldes e islámicas que operan en la zona, entre las que destaca el Ejército de Jaled bin Walid, vinculado al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Alrededor de 20.000 personas han abandonado sus hogares por los ataques de artillería y bombardeos en los pueblos del este de la región, según el Observatorio, mientras que la ONU informó hoy de que al menos 45.000 personas han huido hacia zonas próximas a la frontera con Jordania.

El reino hachemí, que teme una avalancha de refugiados, ha advertido hoy de que no recibirá a más personas huidas de siria.

"Jordania no recibirá nuevos refugiados sirios bajo ninguna circunstancia", dijo el primer ministro jordano Omar al Razaz a periodistas, después de una reunión con legisladores en el Parlamento.

El jefe del Gobierno recalcó que Jordania ha recibido un número de refugiados "muy por encima de su capacidad y no podrá recibir más".

Actualmente, Jordania alberga alrededor de 1,3 millones de sirios, incluidos más de 650.000 refugiados, según datos oficiales jordanos.

Coincidiendo con el recrudecimiento de la ofensiva del régimen, varias agencias humanitarias de Naciones Unidas han mostrado hoy su preocupación por la situación de 750.000 personas que podrían verse afectadas por la violencia.

Además, la ONU y la comunidad internacional condenaron a las autoridades sirias y a otros grupos armados por usar "la técnica medieval" del asedio para sofocar a los civiles en varios lugares del país, especialmente en Guta Oriental (al este de Damasco), mientras que la ONU advirtió de la posibilidad de que estos cercos se reproduzcan.

"Por muy grotesco que parezca, el uso del asedio es visto por las partes en conflicto como una historia de éxito. Estas tácticas se han usado por fuerzas progubernamentales, grupos armados y terroristas, y parece que serán usadas en otras áreas de Siria donde la violencia aún continua. Partes de Idlib y de Deraa pueden ser las siguientes", denunció el presidente de la Comisión de Investigación de la ONU para Siria, Paulo Sergio Pinheiro.

La comisión acusó a los grupos armados y a las organizaciones terroristas de perpetrar crímenes de guerras, una acusación que también lanzaron contra las tropas del presidente sirio, Bachar al Asad.

A las tropas del régimen también las acusa de cometer un "crimen contra la humanidad", por su política privar de alimentos a las poblaciones sitiadas, denegar ayuda humanitaria y evacuaciones médicas y lanzar "ataques indiscriminados tanto con armas convencionales como con prohibidas contra áreas civiles".

FUENTE: EFE