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Seis soldados mueren embocados en este de Ucrania

El ministro de relaciones exteriores de Alemania intentaba el martes mediar para poner en marcha un diálogo entre el gobierno central de Ucrania y los separatistas pro rusos, pero aún en medio de los esfuerzos los combates se cobraron seis vidas en el turbulento este del país.

Seis soldados ucranianos murieron y ocho resultaron heridos el martes en una emboscada afuera del poblado de Kramatorsk, informó el ministerio de la Defensa. Los atacantes incluyeron al menos 30 insurgentes con lanzagranadas y armas automáticas, señaló en un comunicado.

Kramatorsk está en la región de Donetsk, una de las dos áreas en el este de Ucrania que se declararon independientes el lunes.

Horas antes, en declaraciones desde el principal aeropuerto de Kiev, el ministro Frank-Walter Steinmeier dijo que Alemania apoya los esfuerzos de Ucrania para iniciar un diálogo entre el gobierno central y sus rivales en las regiones orientales de Donetsk y Luhansk, que forman el corazón industrial del país.

Insurgentes prorrusos han tomado edificios del gobierno y chocado con las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania desde hace un mes, y han detenido como rehenes a periodistas y otros.

Steinmeier expresó su esperanza de que se libere a los rehenes y se entreguen los edificios gubernamentales capturados por los rebeldes, al tiempo que resaltó la importancia de que se realicen las elecciones presidenciales del 25 de mayo de acuerdo a los planes.

El gobierno ucraniano y las potencias occidentales han acusado a Rusia de fomentar la rebelión en el este para descarrilar los comicios presidenciales y posiblemente apoderarse de más territorio.

El objetivo del viaje de Steinmeier es comenzar la elaboración de una hoja de ruta para resolver la crisis por parte de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), un importante grupo de seguridad y derechos humanos.

Rusia pidió el martes una rápida aplicación del plan de la OSCE y dijo que su exigencia de poner fin a la violencia significa que el gobierno central en Kiev debe detener su operación militar para recuperar edificios en el este, levantar su bloqueo de ciudades y pueblos, retirar sus fuerzas de las regiones del este y liberar a todos los presos políticos.

"Estamos exigiendo que dejen de intimidar a los civiles mediante el uso de la fuerza o la amenaza de utilizarla", dijo el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.

Añadió que espera que los separatistas de Donetsk y Luhansk respondan favorablemente si Kiev hace todo eso.

"(La hoja de ruta) crea las condiciones para lanzar un amplio diálogo nacional que involucre a todas las fuerzas políticas y las regiones de Ucrania, destinado a la reconciliación y a una reforma constitucional integral con el fin de evitar que la nación se deslice aún más hacia la catástrofe", dijo el ministerio.

Rusia también instó a Estados Unidos y la Unión Europea a convencer a las autoridades en Kiev de priorizar las discusiones para dar más poderes a las regiones ucranianas de cara a las elecciones presidenciales del 25 de mayo.

Los separatistas celebraron un referéndum el domingo y afirmaron que el 90% de los que votaron en Donetsk y Luhansk respaldaron la soberanía. Las dos regiones declararon la independencia el lunes y aquellos en Donetsk incluso pidieron unirse a Rusia.

El presidente interino de Ucrania calificó la votación como una farsa y los gobiernos occidentales dijeron que violaba el derecho internacional.