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La mayor firma eléctrica de EEUU se lleva residuos tóxicos

Una excavadora pesada arroja con su pala gigantesca 17 toneladas de ceniza licuada de carbón sobre decenas de vagones de ferrocarril, que forman una fila cerca de los límites de Virginia y North Carolina, donde la mayor generadora de electricidad de Estados Unidos fue responsable de uno de los peores derrames de residuos licuados tóxicos en la historia del país.

Dos años después del derrame de cenizas de carbón, la mayor generadora de electricidad de Estados Unidos está excavando el residuo para llevárselo lejos. El desastre de 2014 contaminó un río que corre a través de North Carolina y Virginia y llevó a los legisladores a ordenar a Duke Energy Corp. que cerrara todos sus 32 pozos de ceniza de carbón en North Carolina antes de 2029.

La empresa también está clausurando sus pozos en South Carolina. El costo de las labores de limpieza, largamente retrasadas, podría pesar sobre las espaldas de los consumidores durante años.

Duke Energy Corp. enviará 1,5 millones de toneladas de residuos acumulados durante décadas de la quema de carbón para la generación de electricidad a un vertedero a unos 210 kilómetros (130 millas) de distancia en el centro de Virginia. La empresa construyó 3 km (2 millas) de vías férreas solo para conectar las líneas existentes con el sitio de excavación.

Una vez que se vacíe el contenido del pozo —más o menos a 400 metros (un cuarto de milla) del río Dan_, será recubierto con un material resistente al agua de manera que evite que los metales pesados se filtren a los mantos acuíferos subterráneos o al río.

A continuación, será vuelto a llenar con gran parte de los 1,5 millones de toneladas de ceniza licuada de carbón tomados de otros dos pozos más cercanos a la orilla del río.

Una tubería rota en uno de ellos provocó una catástrofe —que esta semana cumple dos años— que llevó a las autoridades a replantear cómo hacer frente a peligros similares en las cuencas de todo el país.

El precio de las labores de limpieza, que es posible que acabe por ser pagado por los clientes de la compañía, ya suma miles de millones de dólares.

Muchos de quienes viven cerca de pozos de ceniza de carbón temen que los residuos permitan que los metales pesados que se filtren hasta sus aguas subterráneas y dicen que esto debió resolverse desde hace mucho tiempo.

Durante los últimos 10 meses, Duke Energy ha estado proporcionando agua embotellada a la familia de Deborah Graham después de que el departamento de salud estatal advirtió que su pozo de agua —cerca de otro sitio de Duke— estaba contaminado con metales pesados ??tóxicos.

"Queremos que lo arreglen", dijo Graham, quien quiere que los pozos sean excavados y que los residuos sean trasladados lejos de la planta de energía Buck, al lado de su propiedad, a unos 65 km (40 millas) al noreste de Charlotte. "Nadie debería tener que ver su grifo con miedo", afirmó.