EGIPTO Internacionales - 

El mariscal Sisi tiene asegurada la victoria en las presidenciales en Egipto

El exjefe del ejército, Abdel Fatah al Sisi, que destituyó al presidente islamista Mohamed Mursi y lanzó una feroz represión contra sus partidarios, tiene asegurada la victoria en las elecciones presidenciales del próximo lunes y martes, después del año más mortífero en la historia moderna de Egipto.

El mariscal retirado encarceló hace casi 11 meses al único jefe de Estado elegido democráticamente del país árabe más poblado del mundo, medida que lo ha hecho extremadamente popular entre una gran mayoría de los 86 millones de egipcios.

Está tan seguro de su victoria que no se ha molestado hacer campaña electoral, limitándose a algunas apariciones de varias horas en la televisión o a dar entrevistas a medios de prensa complacientes con la "Sisimanía" que se ha adueñado del país.

Mientras tanto la economía languidece lastrada por tres años de caos y manifestaciones tras la caída de Hosni Mubarak a principios de 2011 durante la tumultuosa Primavera árabe.

Según varios expertos y diplomáticos, este hombre de 59 años, al que Mursi nombró jefe del ejército nada más ser elegido en 2012, será votado de forma masiva el lunes y el martes.

El único candidato que se ha atrevido a enfrentarse a él, Hamdeen Sabahi, una vieja figura de la izquierda laica, no tiene ninguna posibilidad a pesar de haber hecho una campaña muy activa.

Las capitales occidentales y la ONU han criticado duramente las violentas represiones contra los partidarios de Mursi, del gobierno interino de Sisi, pero con ellas se ganó la admiración de millones de egipcios.

Desde hace 11 meses la policía y el ejército ha matado a más de 1.400 manifestantes pro-Mursi, encarcelado a más de 15.000 personas y ha sentenciado a muerte a varios centenares después de un juicio de media hora, en dos "juicios de masas sin precedentes en la historia reciente" del mundo, según la ONU.

Como represalia, dos grupos yihadistas que dicen inspirarse en Al Qaida, comete habitualmente atentados contra policías y soldados, habiendo matado a más de 500 desde julio, según las autoridades.

El gobierno y el exmariscal Sisi, que se retiró del ejército en marzo para presentarse a las elecciones, responsabilizan a los Hermanos Musulmanes, que desde entonces son considerados "organización terrorista", aunque ellos lo niegan. El grupo, que se creó hace 85 años, había ganado todas las elecciones desde la caída de Mubarak.

El único temor es que se produzcan atentados durante las elecciones a las que están convocados 53 millones de egipcios.

"No serán unas elecciones abiertas, es un hecho consumado", comentó Isandr el Amrani, director de International Crisis Grup (ICG) para el Norte de África.

El equipo de campaña de Sisi es muy reducido y no es accesible a los periodistas. La única intervención de su candidato ante sus votantes se hizo a través de videoconferencia y también recibe a sus seguidores delante de una cámara de televisión en un hotel de lujo que se ha convertido en su base de operaciones.

Sus consejeros dicen que temen un atentado y aseguran que el mariscal ya ha sufrido dos intentos de asesinato, sin precisar cuándo o dónde.

Sus opositores islamistas, pero también los jóvenes laicos que empezaron las revueltas de 2011 y que han sido víctimas de la represión, dicen que ahora temen que el régimen de Sisi sea incluso más autoritario que el de Mubarak.

En varias entrevistas Sisi ha evitado concretar su programa electoral asegurando que la economía no se podrá recuperar antes de la "erradicación de los terroristas" y que harán falta "25 años" para instaurar "una verdadera democracia".

"No hay ninguna razón para pensar que el hombre que está detrás de la peor época de represión de la historia reciente de Egipto vaya a hacer reformas democráticas", dijo el Amrani.