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Una inusual protesta pide la renuncia de El Sisi en El Cairo

Inusuales protestas antigubernamentales registradas en la noche del viernes en Egipto reclamaron la renuncia presidente, Abdul Fatá el Sisi.

El exgeneral del ejército ha supervisado una represión política sin precedentes, silenciando a los críticos y encarcelando a miles de personas. El Sisi asumió el poder luego de que el ejército derrocó al divisivo líder islamista Mohamed Morsi en 2013 en medio de protestas multitudinarias un año después de ser elegido presidente.

En la capital, El Cairo, docenas de personas se congregaron cerca de la Plaza Tahrir, el epicentro de las movilizaciones prodemocráticas de 2011 que sacaron del poder al autócrata Hosni Mubarak.

Los manifestantes corearon eslóganes que recordaron a la Primavera Árabe, el movimiento que desafió brevemente a dictaduras en la región.

Los asistentes respondían a la convocatoria de un empresario autoexiliado que denunció corrupción en el ejército y el gobierno sin proporcionar más pruebas.

En videos que se hicieron virales en redes sociales en las últimas semanas, Muhammad Ali denunció que su negocio de contratación fue testigo de malversación de fondos públicos a gran escala en la construcción de hoteles de lujo, palacios presidenciales y de una tumba para la madre de El Sisi, fallecida en 2014.

Las denuncias se produjeron en un momento de reformas económicas y medidas de austeridad que asfixian especialmente a las clases medias y bajas del país.

En un discurso el martes, un enojado El Sisi calificó las acusaciones de "pura mentira" y presentó los videos de Ali como un intento de debilitar al país y de socavar la confianza de la población en el ejército.

El mandatario dijo que seguiría levantando nuevas residencias presidenciales por el bien del país. “Estoy construyendo un nuevo país”, dijo.

El Sisi advirtió también a los egipcios en contra de manifestarse o de repetir el levantamiento popular de 2011.

El viernes, las fuerzas de seguridad reprimieron rápidamente las protestas, que se produjeron justo después de un partido de fútbol entre el al-Ahly, el mayor equipo del país, y el Zamalek, su eterno enemigo.

No se reportaron víctimas. Además hubo protestas más pequeñas en otros puntos del país, incluyendo la ciudad mediterránea de Alejandría.

Human Rights Watch instó el sábado a las autoridades egipcias a proteger el derecho a la manifestación pacífica.

"Las agencias de seguridad del presidente El Sisi utilizaron una y otra vez la fuerza bruta para aplastar protestas pacíficas”, señaló Michael Page, subdirector del grupo para Oriente Medio y el Norte de África. "Las autoridades deberían reconocer que el mundo está observando y tomar todas las medidas necesarias para evitar la repetición de atrocidades pasadas”.