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El mundo se decepciona de Trump y apoya el "irreversible" Acuerdo de París

Gobiernos, organizaciones y personalidades mundiales expresaron hoy al unísono su "decepción" por el anuncio del presidente de EE.UU., Donald Trump, de retirar a su país del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que muchos calificaron como "irreversible" y "necesario".

El magnate honró una de sus principales promesas de campaña al argumentar que ese pacto, adoptado por casi 200 naciones a finales de 2015 y ratificado por unas 147, pone en "permanente desventaja" a la economía y trabajadores estadounidenses, por lo que propuso renegociar "enteramente" uno "mejor" y "más justo".

De inmediato, dicha decisión fue calificada por organizaciones supranacionales, entre ellas la ONU y la Unión Europea (UE), como "muy decepcionante", ya que, entre otras, desecha metas como la propuesta por el expresidente Barack Obama de reducir a 2025 las emisiones de gases hasta un 28 % respecto a los niveles de 2005.

El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a que "Estados Unidos siga siendo un líder en temas medioambientales", ya que su retirada "supone una gran decepción" para "reducir las emisiones de gases" y "promover la seguridad global".

"Hoy es un día triste para la comunidad global", denunció el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, al añadir que "un socio clave vuelve la espalda a la lucha contra el cambio climático" y que, por ello, la UE "lamenta profundamente la decisión unilateral de la Administración Trump".

Alemania, Francia e Italia subrayaron su compromiso con el Acuerdo de París y recalcaron que "no se puede volver a negociar" frente al anuncio de EE.UU., que, sin embargo, solo podrá solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, es el 4 de noviembre de 2019, y hacerla efectiva un año después.

El Acuerdo de París es una "piedra angular de la cooperación entre países" para atajar el cambio climático y la "dinámica" que generó es "irreversible", aseguraron el presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel; y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

La ola de críticas sobrevino con fuerza también en el propio país de Trump, en donde, a excepción de los legisladores del Partido Republicano al que pertenece, la decisión fue rechazada por poner a EE.UU. junto a Nicaragua y Siria, las únicas dos naciones no firmantes de los compromisos medioambientales.

Obama, en esa línea, lamentó que Trump haya ubicado a EE.UU. en "el pequeño puñado de países que rechazan el futuro" y dijo que confía en que sus estados, empresas y ciudades "darán un paso al frente y harán aún más para liderar el camino".

También 61 grandes ciudades y estados de EE.UU., entre ellos Hawai, Minesota, Washington, California, Alaska, Arkansas, Arizona, Kansas, Colorado, Maine, Carolina del Norte, Connecticut y Nueva York, se rebelaron contra la retirada del pacto, que Trump deja con frases como "fui elegido para gobernar Pittsburgh, no París".

Precisamente, el alcalde de la antigua "ciudad del acero", el demócrata Bill Peduto, respondió a los comentarios del mandatario y aseguró que él sí seguirá las directrices del Acuerdo de París.

Otras personalidades, como el asesor de Trump y consejero delegado de Tesla, Elon Musk, quien renunció a su cargo tras el anuncio; así como numerosos ecologistas y expertos en el país, calificaron de "ignorante" la decisión.

El Gobierno de Canadá se declaró "profundamente decepcionado" por una decisión que provocará que las regiones del mundo más vulnerables medioambientalmente se hayan quedado sin un aliado "clave".

En América Latina, una de las zonas del planeta que corre más riesgo según expertos, países como Brasil, México, Chile, Bolivia, Panamá y Costa Rica declararon su "profunda decepción" y exigieron la aplicación del pacto climático y subsanar, como lo calificó el presidente boliviano, Evo Morales, una "alta traición" a la Tierra.

"Nos preocupa el impacto negativo de tal decisión en el diálogo y la cooperación multilateral para el enfrentamiento de los desafíos globales", señaló, por su parte, el Gobieno de Brasil.

El Ejecutivo chileno destacó que su país es "altamente vulnerable al cambio climático" y que ha sido afectado "por inundaciones e incendios devastadores, asociados con las variaciones climáticas", por lo que, la implementación del pacto de París "es fundamental para el bienestar de las presentes y futuras generaciones".

México reafirmó su "apoyo irrestricto y compromiso" con el Acuerdo y continuará "implementando las metas establecidas en su Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional".

Lo mismo hizo Panamá que reafirmó "más que nunca" su compromiso contra el cambio climático y se comprometió a "continuar liderando iniciativas locales y regionales".

El presidente de la megadiversa Costa Rica, Luis Guillermo Solís, exigió el cumplimiento del pacto, con el que Trump se congració, además de sus votantes, con la industria del carbón, a la que prometió revitalizar, así como varios de sus altos funcionarios, escépticos del cambio climático.

Trump escuchó la semana pasada a sus socios del G7 en Italia antes de tomar una decisión, pero al final no sirvió la presión que ejercieron a favor del acuerdo líderes como Merkel o Macron.

FUENTE: EFE