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En carrera contrarreloj, candidatos colombianos buscan los últimos votos

Los candidatos a la Presidencia de Colombia, Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, iniciaron hoy una carrera contrarreloj para conseguir los últimos votos para las elecciones del domingo tras concluir la víspera la campaña en plaza pública.

El candidato-presidente Santos, de la coalición Unidad Nacional, recibió el apoyo para la segunda vuelta de 140 organizaciones sindicales que le expresaron su "firme respaldo" pero pidieron un conjunto de reformas sociales que permitan alcanzar una paz estable y duradera.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación General del Trabajo (CGT), así como otros dirigentes, le expresaron a Santos su respaldo en una reunión en la sede de su campaña en Bogotá.

Santos dijo sentirse "muy emocionado" y calificó el inédito apoyo de los trabajadores a su candidatura como "decisivo" para la segunda vuelta.

Esta es la primera vez que el sector sindical colombiano se suma masivamente a la campaña de un candidato presidencial neoliberal como Santos.

Ni siquiera en las elecciones de 2010 en las que el hoy presidente tuvo como compañero de fórmula para la Vicepresidencia al dirigente sindical Angelino Garzón las centrales obreras se alinearon masivamente con la candidatura de Santos.

En su discurso de hoy, el mandatario criticó el Gobierno de su antiguo padrino político, Álvaro Uribe, que fue presidente entre 2002 y 2010, y dijo que "hace cuatro años había un Gobierno que despreciaba los derechos de los trabajadores, al que le parecía que lo sindicatos no deberían existir".

Al destacar la importancia de los obreros, Santos señaló que estos deben "jugar un papel más importante en el devenir nacional" por lo que debería ser "una prioridad para cualquier política económica y social".

Los sindicatos justifican su opción por Santos en el empeño del presidente en sacar adelante las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba para poner fin a medio siglo de conflicto armado en el país.

Estos diálogos han producido hasta ahora tres acuerdos parciales en los puntos de tierras y desarrollo rural, participación política, y drogas y cultivos ilícitos, además de una hoja de ruta para negociar el punto de víctimas, el más sensible de la agenda de cinco que discuten el Gobierno y las FARC.

Mientras el presidente lograba este apoyo, su rival, el uribista Zuluaga, del Centro Democrático, participaba en un programa de televisión de variedades matutinas en el que hasta bailó con su esposa, Martha Ligia Martínez.

La excandidata conservadora Marta Lucía Ramírez, jefa de debate de Zuluaga, fue quien habló hoy para pedir a los colombianos que no vendan su voto el domingo, ante la denuncia del Centro Democrático de un supuesto plan en ese sentido en la costa atlántica del país para favorecer a Santos.

"Si se vende el voto estamos perdiendo las posibilidades de que Colombia tenga un futuro de bienestar, de progreso y de desarrollo, que es la verdadera paz", manifestó Ramírez.

Las actividades de los candidatos en esta semana previa a las elecciones son básicamente privadas o de declaraciones a los medios tras concluir el domingo la campaña en las plazas públicas.

Santos y Zuluaga se verán las caras esta noche en un debate por el canal de televisión del diario El Tiempo.

La semana de cierre de campañas coincidió con el arranque de un nuevo cese el fuego unilateral de la FARC, que se extenderá hasta la medianoche del 30 de junio, con el propósito de no torpedear el proceso electoral.

Este es el segundo cese el fuego unilateral de las FARC este año con motivo de las elecciones, pues para la primera vuelta presidencial del 25 de mayo declararon otro conjunto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que estuvo vigente del 20 al 28 de ese mes.

Esta vez, el ELN no se sumó al cese el fuego unilateral con el argumento de que "es utilizado por las Fuerzas Armadas del Estado para sacar ventajas militares", aunque manifestó en un comunicado que respetará la voluntad y el derecho de los ciudadanos a votar.