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WikiLeaks: EU no prevé crisis cubana tras muerte de Castro

LA HABANA (AP). Los exiliados cubanos en Florida quizá esperen con ansias la muerte de Fidel Castro, pero los diplomáticos estadounidenses en La Habana no creen que el deceso del icono revolucionario genere levantamientos en Cuba ni un aumento en los cubanos que busquen salir de la isla, de acuerdo con mensajes diplomáticos revelados el miércoles por WikiLeaks.

Un cable de finales del año pasado revela que Raúl Castro, que asumió la presidencia de Cuba en el 2006, expresó su interés sobre un diálogo directo con la Casa Blanca, pero al parecer se le dijo que las negociaciones deberían realizarse por los medios diplomáticos normales.

Otro mensaje de enero del 2009 sobre la salud de Castro _enviado por la Sección de Intereses de Estados Unidos y clasificado como "secreto"_ decía que la "naturaleza generalmente conservadora (de los cubanos) tras 50 años de represión, combinada con una admiración aún significativa hacia Fidel, actúan en contra de la ocurrencia de disturbios en el corto plazo".

El documento, publicado por el diario español El País, fue escrito al parecer por Jonathan Farrar, el jefe de la Sección de Intereses estadounidense en la isla. Washington no tiene embajada allí porque los dos países no sostienen relaciones diplomáticas formales.

Farrar dijo en el comunicado que esperaba que el gobierno cubano manejara cuidadosamente el anuncio de la muerte de Fidel Castro.

"Lo más probable es que las autoridades del gobierno de Cuba manejen el anuncio de la muerte y las ceremonias funerales con gran detalle par dar la mejor cara ante la situación tanto internamente como al mundo", señala el cable. "Se dará el mayor cuidado para asegurarse de que la población cubana entienda que Raúl y el resto del gobierno de Cuba se mantienen en control firme".

Farrar conjeturó que la muerte de Fidel incluso causaría una caída en el número de cubanos que busquen emigrar, ya que los habitantes esperarían a ver cómo evolucionaban las cosas.

Lejos de morir, Fidel, de 84 años, ha tenido una especie de resurgimiento desde que se escribió el mensaje.

En el 2009, Castro sopesó temas internacionales más de 100 veces en su columna "Reflexiones" publicada por el diario oficial cubano. En julio de este año volvió a aparecer en público, tras cuatro años de ausencia, y ahora hace presentaciones casi cada semana. Se ve viejo, pero mentalmente apto.

Dos cables de diciembre de 2009 revelan un esfuerzo aparentemente fallido de parte de Raúl Castro para abrir un nuevo canal para el dialogo con estados Unidos. El primero, firmado por Farrar el 5 de diciembre de 2009 tras una reunión con el embajador español para Cuba describe una oferta aparentemente planteada por Raúl a través del entonces ministro español del exterior Miguel Angel Moratinos para comenzar negociaciones directas con la Casa Blanca.

"Sólo a través de ese medio político el gobierno cubano podría realizar los cambios mayores para cumplir con las inquietudes de Estados Unidos", dijo el embajador español según lo citó el cable.

En respuesta, Farrar escribió que revisó una lista de propuestas diplomáticas que había realizado Estados Unidos a Cuba y sugirió que más que un diálogo oculto Castro "debería involucrarse seriamente a través de los medios existentes". Otro cable del 18 de diciembre del 2009 tras la reunión de Moratinos con la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton señala que el diplomático ofreció los servicios del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero para establecer ese diálogo entre Raúl Castro y la Casa Blanca.

El cable no incluye la respuesta de Clinton, aunque no hay indicación de que haya surgido algo tras la propuesta cubana, además de que la relación entre los dos países no ha mejorado.

Otros mensajes difundidos el miércoles muestran que los diplomáticos estadounidenses conjeturaban sobre la salud física y mental de los hermanos Castro.

En varios despachos del 2006 y el 2007 los diplomáticos abordaron la enfermedad desconocida que obligó a que Fidel Castro abandonara el poder y sobre cuánto tiempo le quedaba de vida.

Los documentos citan fuentes cuyos nombres fueron censurados, pero que aparentemente eran cercanas a Fidel, que dicen que el líder cubano casi muere por su afección.

Castro mismo dijo este año en una entrevista que en un momento dado deseaba morir.

El predecesor de Farrar, Michael Palmry, escribió en uno de los cables más viejos que los cubanos estaban dispuestos al cambio tras la muerte de Castro, un punto de vista exactamente opuesto al de Farrar en 2009.

"Aún hay muchas expectativas del cambio, pero la mayoría están asociadas con la idea de que el dictador tiene que morir antes de que algo sustancial pase", concluyó Palmry.

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