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Veteranos puertorriqueños viajan a EE.UU. para recibir Medalla del Congreso

Jorge J. Muñiz Ortiz

San Juan, 12 abr (EFE).- Unos cincuenta puertorriqueños que en su día integraron el regimiento 65 de Infantería, conocidos como los "borinqueneers", partieron hoy hacia Washington para recibir la Medalla de Oro del Congreso, la máxima distinción civil de EE.UU.

Desde tempranas horas de la mañana de este martes, los veteranos se fueron reuniendo en el Aeropuerto de San Juan, para embarcar juntos en un Airbus 320 que los llevará hasta el aeropuerto BWI en Baltimore, cercano a Washington.

Javier Morales, que aunque no formó parte de los "borinqueneers" preside la Asociación de Retirados del 65 infantería, dijo a Efe que el junte de veteranos le recordó al momento en que estos exmilitares viajaron en barco hacia la Guerra de Corea.

"Soy veterano de Vietnam, pero quise presidir este grupo para lograr que los 'borinqueneers' reciban el reconocimiento y todo lo que merecen", resaltó Morales antes de partir.

Creado en 1899, el regimiento 65 de Infantería formó parte de una unidad segregada de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que luchó, entre otros conflictos, en la Primera y Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea.

"El placer de ir para allá es suficiente. Muchos de estos veteranos siempre estaban calladitos en sus casas y nunca recibieron ningún reconocimiento. Ahora finalmente se les hace justicia", indicó Morales.

Los actos oficiales de reconocimiento de los "borinqueneers" se llevarán a cabo mañana. Comenzarán a las 15.00 hora local en la Sala de la Emancipación del Capitolio de EE.UU. con una actividad la que está previsto que asistan varios congresistas, así como el representante de Puerto Rico ante el Congreso, Pedro Pierluisi.

La entrega de la Medalla de Oro a "los borinqueneers" se celebrará a las 19.00 hora local en el Hotel Hilton de la capital norteamericana.

"Esa medalla nos la merecemos, porque luchamos frente a frente como 'infanteros' (militares en tierra)", defendió a Efe Pedro Jackson Morales, un veterano de la Guerra de Corea.

Su excompañero Ramón Martínez Fontanez también dijo sentirse "orgulloso" de haber servido a la nación norteamericana y no ocultó su emoción por la idea de visitar el Congreso de EE.UU. para recibir una condecoración que muchos de ellos llevan décadas esperando.

Igualmente, Ángel Acevedo, quien participó en la II Guerra Mundial, la de Corea y la de Vietnam, dijo a Efe estar "muy agradecido", porque en su opinión hasta ahora no se había "hecho justicia" con él y con sus compañeros.

"Hay que estar emocionado porque después de mucho sufrimiento y prejuicio, nos reconocen por tanto tiempo derramando nuestra sangre por la democracia", subrayó, vestido como sus excompañeros con camisa blanca de manga corta, gorro militar y las correspondientes condecoraciones recibidas por su labor.

Pierluisi acudió al aeropuerto de San Juan para despedirlos y esta noche viajará también a Washington para participar en unas actividades de reconocimiento que "llevaban años pidiendo y esperando".

"Muchos de sus compañeros ya no están con nosotros. Y como todos sabemos, se dice que 'nunca es tarde cuando la dicha es buena'. ¡Tremenda dicha! Porque este reconocimiento que va a recibir es la condecoración, el honor más grande que da el Congreso de EE.UU.", enfatizó Pierluisi durante una pequeña ceremonia que tuvo lugar en el aeropuerto sanjuanero antes de partir.

En la ceremonia también sonó el himno estadounidense, así como el clásico "Lamento borincano" (1929) de Rafael Hernández Marín y "Preciosa" (1937), temas ambos dedicados a la isla y que forman parte de la cultura popular puertorriqueña.

Ya en la pista del aeropuerto, el avión "Vets in Blue" -decorado con un crespón amarillo sobre fondo azul y que la aerolínea estadounidense inauguró en noviembre de 2014 en homenaje a los veteranos estadounidenses- fue despedido con un arco de gigantes chorros de agua, un gesto que desde el interior fue recibido con aplausos.

La de los "borinqueneers" será la segunda Medalla de Oro del Congreso que se concede a hispanos desde la otorgada de forma póstuma en 1973 al pelotero Roberto Clemente, también puertorriqueño.

En la Guerra de Corea más de 60.000 reservistas voluntarios puertorriqueños lucharon bajo la bandera estadounidense y 6.000 de ellos lo hicieron en el Regimiento 65 de Infantería, el primero de la División de la Tercera Infantería en enfrentarse al enemigo coreano y de los últimos en regresar a su país, después de cerca de tres años.

Se calcula que una de cada cuatro bajas de esa guerra fue de puertorriqueños. Así, un soldado puertorriqueño murió por cada 660 habitantes de la isla, frente a las bajas de 1 por cada 1.125 estadounidenses, según cifras del censo de la época.EFE

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