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Estados Unidos pone la primera piedra para recordar su diplomacia en el mundo

Estados Unidos quiere ser recordado como una potencia poderosa con un papel central en las relaciones internacionales pero también que hizo un esfuerzo por hacerlo desde la diplomacia, como mostrará con un museo del que se puso hoy la primera piedra.

Las amenazas a lo largo de la historia de Estados Unidos desde su independencia de Gran Bretaña han cambiado. Desde la Guerra Mundial, la Guerra Fría, los conflictos en Irak y Afganistán, y la última, la expansión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) para cuyo combate el secretario de Estado John Kerry busca una alianza global.

Kerry, junto con cinco de sus predecesores - Henry Kissinger, James Baker, Madeleine Albright, Colin Powell y Hillary Clinton - , pusieron hoy la primera piedra para este centro dedicado a la diplomacia que se situará a pocos metros del Departamento de Estado, en Washington, centro neurálgico de la política exterior de EE.UU.

" Hoy nos comprometemos a contar la historia de poder que viene no de la boca de una pistola o del interior de un (bombardero) B-52 sino de la fuerza de la diplomacia ", dijo el secretario Kerry en unas declaraciones antes del acto simbólico.

Kerry señaló que la diplomacia es capaz de "acabar guerras, salvar vidas, resolver conflictos enquistados, abrir mercados, crear empleo, traer dignidad y respeto a las vidas de todo el mundo, de extender la libertad", al tiempo que zanjó la cuestión de quienes dudan del papel de Washington en la coyuntura internacional actual y afirmó que la participación de EE.UU. es más necesaria que nunca.

" El liderazgo estadounidense y el compromiso no debe ser un tema de debate ", dijo Kerry, que enumeró la situación en Irak, Siria, Ucrania, Gaza, Sudán del Sur, Libia y Corea del Norte como algunos de los asuntos a los que Washington debe hacer frente.

" No estoy diciendo que podemos o debemos hacer algo nosotros solos; ese no es el asunto, pero el mundo - y creo que la mayoría de la gente aquí lo piensa - no lo hará sin nosotros ", afirmó.

Curtido en viajes igual que sus precursores se mostró convencido de que "la mayoría del mundo no se levanta por la noche preocupada por la presencia de Estados Unidos (...) les preocupa qué pasaría en nuestra ausencia".

Kerry destacó los valores de algunos de sus predecesores como la habilidad de Hillary Clinton (2009-2013) para reconstruir alianzas y "restaurar nuestro lugar en el mundo"; la "resolución" y "pasión" de Madeleine Albright (1997-2001) para acabar con el derramamiento de sangre en Kosovo y Bosnia, en la guerra de los Balcanes en los 90.

Albright vestida con un traje azulón y uno de sus populares broches -en esta ocasión un águila dorada al que Clinton se refirió bromeando como un broche "patriota" para la ocasión- aseguró que la diplomacia es una oportunidad para promocionar valores centrales como la democracia y construir sociedades "robustas" alrededor del mundo.

Por su parte, Clinton aseguró que la diplomacia "es conectar a la gente" y destacó la misión de este centro para ayudar a entender qué hay bajo la superficie de los tratados de paz o los logros en favor de los derechos humanos. "Cómo han cambiado este trabajo desde Benjamin Franklin a John Kerry y más allá".

Kerry dio crédito también al "compromiso personal" de Collin Powell (2001-2005) en la lucha contra Al Qaeda tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y se refirió al exgeneral como "un hombre que conoce la guerra tan bien que valoraba la diplomacia mucho más".

De James Baker (1989-1992) destacó su labor para construir una coalición global para confrontar a Sadam Husein con la operación Tormenta del Desierto con la que sentó las bases de la "coalición moderna", como la que busca Washington ahora contra el EI.

En cuanto a Henry Kissinger (1973-1977), que fue alabado por el resto de los exsecretarios, fue reconocido como el precursor de la diplomacia moderna con la instauración de términos como "la paciencia estratégica".

El Centro de la Diplomacia Estadounidense, un edificio de dos plantas que tendrá una superficie de 3.721 metros cuadrados y está previsto que abra en 2016, será un museo y un centro educativo en el que se repasará la historia de la diplomacia estadounidense, en el que quedarán recogidos los logros de los presentes.

FUENTE: EFE