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Ucrania inicia diálogo, pero no invita rivales

El gobierno ucraniano inició conversaciones el miércoles sobre la descentralización del poder como parte de un plan de paz respaldado por la Unión Europea, pero no invitó a sus principales adversarios, los insurgentes prorrusos que declararon la independencia de dos regiones del este.

Con este desaire deliberado no estaba claro qué se podría lograr en las conversaciones.

En su discurso de apertura, el presidente Oleksandr Turchynov dijo que las autoridades estaban "dispuestas al diálogo", pero insistió que éste no incluirá a los separatistas que han tomado edificios del gobierno y combatido a las fuerzas oficiales en el este.

Turchynov presidió la primera de una serie de mesas redondas con líderes religiosos, legisladores, funcionarios del gobierno central y regionales como parte del plan de paz propuesto por la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa, un grupo transatlántico de seguridad y derechos humanos que incluye a Rusia y Estados Unidos.

"Tengamos un diálogo, discutamos propuestas concretas", dijo Turchynov. "Pero la gente armada que tratan de librar la guerra contra su propio país, los que tratan de imponer armas en mano su propia voluntad, o mejor dicho la voluntad de otro país, tomaremos medidas legales contra ellos y enfrentarán la justicia".

El primer ministro interino Arseniy Yatsenyuk dijo a la mesa de negociadores que se realizarán conversaciones en todo el país, "en tantas regiones como sea posible", pero no nombró a ninguna específicamente.

Oleksandr Efremov, líder del Partido de Regiones en el Parlamento ucraniano, la base de apoyo del derrocado presidente Viktor Yanukovych, expresó esperanza en que se realicen las discusiones en el este del país, "donde las cosas son percibidas de una manera diferente".

Efremov pidió al gobierno que retire las tropas de la región de Donetsk e instó a las autoridades a entender que la gente está genuinamente cautelosa ante el nuevo gobierno y que no han visto aún ninguna acción amistosa de Kiev.

La hoja De ruta de la OSCE busca detener el combate entre fuerzas del gobierno y los separatistas prorrusos en el este y disminuir las tensiones antes de las elecciones presidenciales en Ucrania, a realizarse el 25 de mayo. Ésta deja al gobierno de Ucrania decidir los detalles específicos de las conversaciones.

El líder ucraniano señaló que el gobierno no detendría su ofensiva para retomar las ciudades del este que se encuentran hora bajo el control de separatistas que declararon el lunes la independencia en las regiones de Luhansk y Donetsk, donde residen 6,6 millones de personas.

Muchos insurgentes en el este desestimaron los diálogos, que consideraron sin sentido.

Denis Pushilin, un líder insurgente en Donetsk, dijo que "no hemos recibido ofertas para participar de una mesa redonda y diálogo. Si las autoridades en Kiev quieren un diálogo, que vengan aquí. Si nosotros vamos a Kiev, nos arrestarán".

"El gobierno en Kiev no quiere escuchar a la gente de Donetsk", dijo Denis Patkovski, un miembro de la milicia pro rusa en Slovyansk, donde han estallado algunos de los combates más intensos en las últimas semanas. "Ellos sólo vienen aquí con sus armas".

Aun así, funcionarios europeos aplaudieron el inicio de las conversaciones. El Comisario de Ampliación de la UE, Stefan Fule, acogió con beneplácito la puesta en marcha de la mesa de negociación en su cuenta de Twitter, en la que expresó sus esperanzas de que la siguiente reunión se realice en el este del país.

Rusia ha apoyado con entusiasmo la hoja de ruta de la OCSE. Estados Unidos, aunque ha dicho que vale la pena intentarlo, duda de sus posibilidades de éxito.

El gobierno ucraniano y las potencias occidentales han acusado a Rusia de fomentar la rebelión en el este para descarrilar los comicios presidenciales y posiblemente apoderarse de más territorio.

Insurgentes prorrusos han ocupado edificios administrativos, se han enfrentado con tropas del gobierno y declararon la independencia de las regiones de Donetsk y Luhansk tras un controvertido referendo llevado a cabo el fin de semana.

El gobierno de Ucrania ha lanzado una ofensiva contra los insurgentes armados que ha causado decenas de muertos en el este del país. El martes, el ministerio de Defensa informó que seis soldados fueron asesinados por los insurgentes en una emboscada cerca de la ciudad de Kramatorsk, en la región de Donetsk.

El miércoles por la mañana periodistas de The Associated Press vieron las carrocerías quemadas de un vehículo blindado de transporte de personal y de un camión en el sitio del enfrentamiento.

El ministro de Defensa Mykhailo Koval sostiene que soldados rusos están involucrados en ataques a efectivos ucranianos en el este.