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La UE insta a sus miembros a acoger a 160.000 refugiados

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió el miércoles a los países miembro de la Unión Europea que la semana próxima accedan a acoger a 160.000 refugiados, y advirtió que Grecia, Italia y Hungría no pueden hacer frente por sí solas a la crisis migratoria.

En un apasionado discurso en el Parlamento europeo en Estrasburgo, Francia, Juncker presentó una serie de nuevas propuestas para enfrentar la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

"La crisis de refugiados no va a desaparecer", dijo Juncker a los legisladores comunitarios, destacando que más de 500.000 migrantes han entrado en Europa en lo que va de año, muchos de ellos huyendo de los conflictos que arrasan Siria y Libia. "Ya es hora de actuar".

"Estamos luchando contra Estado Islámico, ¿por qué no estamos listos para aceptar a aquellos que huyen de Estado Islámico?", preguntó.

Juncker presentó un nuevo plan para que 120.000 refugiados procedentes de Grecia, Italia y Hungría se repartan entre los 22 países miembro. Este sería independiente de la propuesta realizada en mayo para reubicar a 40.000 que llegaron a Grecia e Italia.

Hungría estima que más de 160.000 personas han cruzado sus fronteras en lo que va de año.

El primer plan comunitario para los refugiados nunca obtuvo todos los apoyos necesarios y solo 32.000 personas fueron acogidas. Hungría está entre los países que rechazaron esa iniciativa, junto a República Checa, Eslovaquia y Polonia. Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca están legalmente exentos, pero eligieron colaborar con sus socios.

Juncker quiere que ambos planes sean aprobados el lunes en una reunión de ministros de Interior del bloque en Bruselas.

Además anunció una lista de "países seguros", en la que están Albania y Kosovo, de donde miles de personas han huido este año.

La denominación de "país seguro" podría significar que se aceptarán pocas peticiones de asilo de sus ciudadanos ya que tendrían más difícil demostrar estar sometidos a violencia o persecuciones.

En el largo plazo, la Comisión presentó también un plan para establecer un fondo de 1.800 millones de euros (2.000 millones de dólares) para ayudar a los países africanos a gestionar mejor sus fronteras y ayudar a reducir el número de migrantes que parten hacia Europa.