EEUU Internacionales - 

¿Es Trump un racista? Demócratas divididos en torno al tema

Un par de aspirantes demócratas a la presidencia tildaron a Donald Trump de racista el martes y echaron leña al fuego de un intenso debate que hay en ese partido en torno hasta qué punto pueden criticar al mandatario de cara a las elecciones del 2020.

La senadora Amy Klobuchar emitió un comunicado en el que dijo con todas las letras que el presidente era un racista.

“Sus políticas acerca de asuntos como el derecho al voto y su retórica, incluidas sus afirmaciones sobre (el episodio que involucró a supremacistas blancos en) Charlottesville, fueron decididamente racistas”, sostuvo. “La forma en que habla sobre la prohibición del ingreso de musulmanes y otras declaraciones sobre gente de color de otros países son también racistas”.

Los comentarios de Klobuchar se asemejan a los de la senadora Kamala Harris, quien dijo en una entrevista con un medio online negro publicada el martes que no cree “que se pueda sacar otra conclusión” que no sea pintar a Trump como un racista.

“Cuando le dice a los países africanos países de m..., cuando describe a los inmigrantes como violadores y asesinos, no creo que se pueda sacar otra conclusión”, expresó Harris, la única candidata negra a la presidencia, en declaraciones a The Root.

Se le preguntó específicamente si consideraba que Trump era un racista y ella respondió: “Si, eso pienso. Si”.

Estas declaraciones acentúan la creciente división que hay entre los demócratas acerca de si se debe tildar a Trump de racista. Algunos candidatos han criticado sus acciones y su retórica sin llamarlo racista, mientras que otros no muestran cautela alguna.

En un acto en Iowa la semana pasada, la senadora Kirsten Gillibrand dijo que “me parece que es un racista cuando dice que los mexicanos son violadores y delincuentes”.

El senador Bernie Sanders tampoco se privó en un acto en Carolina del Sur. “Tenemos un presidente de Estados Unidos que es un racista”, afirmó, en tanto que la senadora Elizabeth Warren dijo el mes pasado en Massachusetts que Trump era un “pendenciero racista”.

Julián Castro, el único hispano en la contienda, se abstuvo de describir a Trump como un racista cuando se tocó el tema en una entrevista el mes pasado, pero dijo que el mandatario “ha contribuido a que haya más conflictos raciales en este país”.

El senador Cory Booker, de raza negra, tampoco usó ese calificativo y solo dijo que Trump usa un “lenguaje intolerante”.

“No sé lo que piensa realmente... Sé que hay mucha gente que emplea el lenguaje de los supremacistas blancos que usan sus palabras”, manifestó Booker cuando se le preguntó si Trump era un racista al lanzar su campaña este mes.

Una encuesta de AP-NORC de febrero del 2018 indicó que el 57% de los estadounidenses considera que Trump es un racista. El 85% de los demócratas opinaron así, comparado con el 21% de los republicanos.

Varias veces durante su campaña presidencial y durante su presidencia, Trump hizo comentarios que fueron criticados como de tono racista. Inició su campaña en el 2017 describiendo a los mexicanos como violadores y diciendo que las comunidades negras eran un “infierno”. En agosto del 2017, luego de que supremacistas blancos se enfrentasen con otros manifestantes en Charlottesville, Virginia, Trump dijo que hubo “buena gente en ambos bandos”. A menudo usa la expresión “Pocahontas” para aludir a Warren, quien se ha disculpado por hacerse análisis de ADN para responder a provocaciones de Trump acerca de su afirmación de que tiene sangre indígena.

Kayleigh McEnany, portavoz de la campaña de Trump, restó importancia a las acusaciones de racismo.

“Son afirmaciones desesperadas, obviamente falsas, que no funcionaron en el 2016 y no van a funcionar en el 2020”, expresó en un comunicado. ”El presidente Trump ha conseguido el menor desempleo entre negros e hispanos de que se tenga noticias, sancionado una reforma histórica al sistema penal de justicia para reducir las disparidades en las sentencias y ha dado acceso al sueño americano a millones que fueron olvidados por las políticas liberales que destrozaron la economía de Estados Unidos. Sus resultados hablan por sí mismos”.

FUENTE: AP