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Terroristas suicidas indonesios cometieron atentado en Sulu, sur de Filipinas

Dos terroristas suicidas de nacionalidad indonesia, un hombre y una mujer, fueron los autores materiales del atentado con dos bombas del pasado domingo en una catedral de Sulu, sur de Filipinas, que causó 22 muertos, confirmó hoy el ministro de Interior, Eduardo Año.

"Los verdaderos responsables fueron terroristas suicidas de Indonesia. Pero fue Abu Sayyaf quien los guió, estudió el objetivo, hizo las labores de reconocimiento y vigilancia, y llevó a la pareja a la iglesia", aseveró Año en un acto oficial en Leyte, centro del país.

Dos bombas estallaron el domingo con un minuto y medio de diferencia dentro y fuera de la catedral de Joló, capital de la provincia de Sulu, ataque en el que perdieron la vida 22 personas y un centenar resultaron heridas, uno de los más mortíferos de los últimos años en esa convulsa región.

Se trata del segundo caso conocido de un ataque suicida en Filipinas y sería coherente con la reclamación de la autoría por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) mediante su agencia de noticias Amaq.

El pasado julio el EI también se atribuyó otro atentado suicida en Basilan, provocado porque el conductor de una furgoneta, se sospecha que extranjero, detonó un dispositivo cuando militares lo detuvieron en un punto de control, matando a otras diez personas.

Sin embargo, las autoridades creen que el terrorista hizo explotar la bomba antes de lo previsto, al ser requerido por las fuerzas de seguridad, y que su intención era detonar el explosivo en un lugar público más concurrido.

Las autoridades filipinas responsabilizan de ambos ataques a Abu Sayyaf, un grupo terrorista local que opera en el sur de Filipinas desde los años noventa, especializados en secuestros y piratería, pero que en 2014 juraron lealtad al EI.

Se teme que desde la caída del califato, muchos radicales entrenados en las filas del EI hayan encontrado refugio en el Sudeste Asiático, donde también operan otros grupos afines al EI como Maute o los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro.

Las Fuerzas Armadas de Filipinas estudiaban la hipótesis del ataque suicida desde hace varios días, ya que la versión de 36 testigos coincide en que una mujer colocó un bulto debajo de un banco de la catedral poco antes de la primera explosión.

El análisis forenses de los restos de partes del cuerpo que se encontraron cerca de la bomba corroboran que son de una mujer, cuyo cuerpo no han sido reclamados por nadie, confirmó el ministro de Defensa, Delfin Lorenzana.

Lorenzana explicó que se hallaron restos corporales fuera de la catedral de un hombre que tampoco nadie ha reclamado y que fue el terrorista que colocó la segunda bomba, la que explotó fuera de la catedral.

Sobre este asunto, el director provincial de la Policía en Sulu, Pablo Labra, dijo que la hipótesis de los atacantes suicidas es la más probable, aunque indicó que en los próximos días se conocerán los resultados de los test de ADN de los fragmentos corporales hallados cerca de las bombas.

El Ejército filipino continúa desde el martes su ofensiva contra Abu Sayyaf con ataques por tierra, mar y aire en la remota ciudad de Patikul, ubicada en una de las islas que conforman la provincia de Sulu y donde se cree que se refugian combatientes del grupo.

FUENTE: EFE