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Puerto Rico va a las urnas con un cambio de gobierno en el horizonte

Puerto Rico celebra mañana unas elecciones generales en las que las encuestas prevén una cambio de gobierno con la victoria para el partido que favorece la anexión a Estados Unidos y la irrupción de independientes.

La jornada de reflexión, en la que la normativa permite publicidad electoral pero no actos públicos, es aprovechada por las seis candidaturas en liza para enviar mensajes de última hora a los casi 2,9 millones de electores inscritos.

La ultima referencia sobre el desenlace de los comicios, en el los que además de gobernador se elige representante ante el Congreso en Washington, miembros del Legislativo y alcaldes, es la encuesta del domingo del diario de referencia de la isla que da ganador a Ricardo Rosselló Nevares, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP).

Rosselló Nevares, de 37 años e hijo del antiguo gobernador Pedro Rosselló González (1993-2000), obtendría el 41 % del voto, mientras que David Bernier, el líder del Partido Popular Democrático (PPD) que quiere mantener el estatus de Estado Libre Asociado a EE.UU. se quedaría con un 33 %.

Los cuatro candidatos restantes quedan muy lejos de los líderes de los partidos que han controlado la política local durante las pasadas décadas, aunque destaca que los dos independientes, Alexandra Lúgado y Manuel Cidre, irrumpen en el panorama político con una estimación de voto del 11 % y 7 %, respectivamente.

La campaña, que en Puerto Rico no se restringe a un periodo determinado, comenzó hace meses y estuvo marcada por la victoria de Rosselló en primarias de su partido ante el mucho más experimentado Pedro Pierluisi.

Rosselló, un científico al que sus críticos acusan de nulo bagaje en puestos públicos y haber sido encumbrado por su padre, inició entonces una campaña que aunque con propuestas para salir de la crisis económica se ha basado en el mensaje de que la solución a los problemas pasa por un Puerto Rico convertido en estado más de EE.UU.

Aunque el programa de Rosselló incluye medidas como reducir la burocracia gubernamental, crear una economía de producción o transformar el sistema educativo ha dicho que lo primero que va hacer si gana es iniciar el proceso para la anexión a Estados Unidos.

El PPD y Bernier, que proponen como principal apuesta un Plan Estratégico para Puerto Rico 2017-2020 dando prioridad al empresariado local, quieren que la isla siga unida a Estados Unidos como Estado Libre Asociado, lo que supedita el territorio caribeño al Congreso de EE.UU., que controla fronteras, defensa y las relaciones diplomáticas.

El bipartidismo instalado desde hace décadas en la isla puede verse afectado, si se confirman las encuestas, por la aparición en escena de Lúgaro y Cidre, que según la encuesta suman en conjunto cerca del 20 % del voto.

Bernier, a costa de quien han conseguido ganar peso los dos independientes, ha pedido durante la última semana a todos los que no quieren la vuelta al poder del PNP que apuesten por el voto útil.

Tanto si se confirma la victoria de Rosselló como si a última hora hay un vuelco, el próximo gobernador se encontrará con las manos atadas, ya que el Congreso en Washington impuso al Ejecutivo local el pasado verano una Junta de Supervisión Fiscal, entidad encargada del dar el visto bueno a cualquier decisión relacionado con las finanzas públicas.

El Ejecutivo puertorriqueño incurrió durante el pasado año y por vez primera en la historia en el impago de vencimientos de una deuda de más de 60.000 millones bajo el argumento de que no había dinero para cumplir con los acreedores y a la vez ofrecer los servicios básicos a la población.

El Congreso estadounidense, ante el caos que se avecinaba, promulgó una ley que temporalmente "congela" el pago a los acreedores, aunque como contrapartida el próximo gobernador tendrá que convivir con una junta a la que tendrá que pedir permiso para prácticamente realizar cualquier decisión de naturaleza financiera.

FUENTE: EFE