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Pese a protestas, entierran a Marcos en cementerio nacional

El exdictador filipino Ferdinand Marcos fue enterrado el viernes "como un ladrón en la noche" en el Cementerio de Héroes del país. La ceremonia, envuelta en secreto, se burla del triunfo democrático del pueblo filipino que lo derrocó hace tres décadas, señalaron los contrarios al sepelio.

La hija de Marcos, Imee, expresó su alivio tras el sepelio de su padre en el fuertemente custodiado camposanto del centro de la capital, Manila, algo que dijo cumplía sus últimas voluntades. Los molestos activistas prodemocracia señalaron sin embargo que las décadas de debate sobre el lugar donde descansarán los restos del expresidente está lejos de terminar y protestaron por toda la ciudad.

Bonifacio Ilagan, un activista de izquierdas que fue detenido y torturado durante el gobierno de Marcos, apuntó que el dictador recibió sepultura "como un ladrón en la noche", de forma furtiva como cuando de pronto instauró un gobierno militar en el país. Un legislador consideró pedir a la Corte Suprema que exhume los restos recién enterrados de Marcos.

"Se parece mucho a cuando declaró la ley marcial en 1972", dijo Ilagan a The Associated Press. "Así es el estilo Marcos. Quiero llegar rápido al cementerio para protestar por esto. Me siento muy enfadado".

Imee Marcos, por su parte, dio las gracias a los filipinos que "estuvieron con nosotros esperanzo y rezando durante casi tres décadas para ver este día".

Las autoridades ultimaron los planes del entierro con la familia Marcos y los restos del político fueron trasladados en un helicóptero de la fuerza aérea desde su localidad natal, Ilocos Norte, en el norte del país, a Manila para el sepelio en el cementerio gestionado por el ejército, señaló el general Restituto Padilla, portavoz del ejército.

La viuda del dictador, Imelda, vestida de negro, y sus hijos asistieron a la sencilla ceremonia junto a docenas de familiares y amigos.

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