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Pekín: reducción y jornada laboral contra contaminación

PEKIN (AFP). Empresas y centros de trabajo de Pekín tendrán que parar o acortar sus jornadas laborales desde la próxima semana como parte de las medidas de reducción de la contaminación, señalaron fuentes gubernamentales chinas.

El plan forma parte de otras decisiones que se irán aplicando desde el 20 de julio y que incluyen la apertura de nuevas líneas de metro y la prohibición de circular por la capital china para más de un millón de coches.

El tráfico es una de las principales causas de los altos índices de polución que vive Pekín, una ciudad de unos 17 millones de habitantes por cuyas carreteras circulan unos tres millones de vehículos.

Desde el Gobierno se señaló cómo sería la reducción de jornada laboral, que en principio consistiría en entrar una hora más tarde de lo habitual y salir una hora antes, se publicó en la web del Gobierno.

En la medida de lo posible, se indica que se tendrá que permitir el trabajo desde casa e introducir horarios flexibles, evitando horas fijas de entrada y de salida, se dio a conocer este fin de semana y recogió la prensa china este lunes.

Los responsables de las empresas fueron también animados a conceder las vacaciones anuales coincidiendo con la disputa de los Juegos, todo ello, según fuentes oficiales, con el objetivo de reducir el tráfico en estas semanas y disminuir los índices de contaminación.

Los centros comerciales de la capital abrirán una hora más tarde y en principio estarán exentos de la reducción horaria los miembros del Gobierno y del Partido Comunista, así como colegios y otros servicios que se consideren esenciales.

Desde las autoridades de Pekín se insiste en que la calidad del aire ha ido mejorando y que tendrá buenos niveles durante la competición.

Hace un par de meses, la situación era preocupante y la contaminación ambiental era tan preocupante que en ocasión costaba tener una buena visibilidad a una distancia de apenas doscientos metros.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, ya dijo hace un año que algunas competiciones de resistencia podían ser pospuestas si la calidad del aire no entraba dentro de unos niveles considerados como 'aceptables'.

Esa misma preocupación parece haber sido compartida por el atleta etíope Haile Gebreselassie, que renunció a su distancia estrella, el maratón, por temor a las condiciones ambientales en Pekín, ante lo cual optó por una distancia menor, los 10,000 metros.

Como parte del plan de reducción de la circulación, a partir del 20 de julio se prohibira también la circulación de un millón de coches en Pekín, para reducir el volumen de gases emisores.

Por ello se espera un gran incremento del número de usuarios del transporte público, ante lo cual también se inaugurarán ese día tres nuevas líneas de metro.

La apertura de las mismas estaba prevista para el pasado mes, pero sufrieron retrasos inesperados, que obligaron a que su inauguración fuera apenas unos días antes de los Juegos. Una de ellas será la que una el aeropuerto con el centro de Pekín.