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OEA soslaya de nuevo el debate sobre la crisis venezolana y Unasur se alista

La OEA volvió hoy a soslayar el debate de la crisis venezolana, debido a la oposición de una mayoría de países miembros, entre ellos los bolivarianos y las naciones insulares caribeñas, mientras la Unasur se prepara para enviar una comisión a Caracas para acompañar "el diálogo político".

El nuevo intento de Panamá de debatir la situación en Venezuela en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) no tuvo éxito, pues fue eliminado de la agenda del día, y aun está por ver si la dirigente opositora venezolana María Corina Machado podrá intervenir como representante alterna panameña al final de la sesión, cuando se trate de "otros asuntos".

No obstante, Machado habló en la sede de la OEA en una nutrida conferencia de prensa en la que reclamó que se aplique la Carta Interamericana, porque, según dijo, en su país se ha "alterado dramáticamente el orden democrático".

La diputada opositora pidió también a la OEA que convoque una reunión de cancilleres, emita una resolución de condena para pedir la liberación de los "presos políticos" y el "cese de la represión" y envíe a Venezuela una misión constituida por "demócratas de incuestionable trayectoria" como el expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz Óscar Arias.

Aunque el Consejo descartó debatir la situación en Venezuela y decidió que la sesión fuese privada en lugar de abierta como quería Panamá, el canciller de este país, Francisco Álvarez de Soto, manifestó que en los resultados de las votaciones se aprecia un cambio.

"Quizás lo que hoy se ha constatado es que cada vez hay más países que se suman a esta visión sana, transparente, constructiva, muy respetuosa de Panamá (...) se está acogiendo con mayor anuencia y con mayor intención", dijo Álvarez de Soto a Efe.

Once países (Panamá, México, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Chile, Colombia, Costa Rica, Canadá, Paraguay y Honduras) votaron a favor de que la sesión fuera pública, frente a los 22 que defendieron que fuese privada. Un país, Barbados, se abstuvo.

En cuanto al debate sobre Venezuela, hubo 9 abstenciones, tres votos a favor y el resto en contra.

Existe una "diversidad de ideas" en el organismo hemisférico respecto a la cuestión venezolana, "contrario a esa percepción que hubo en la sesión anterior del Consejo Permanente", dijo el canciller panameño.

En aquella sesión del 7 de marzo pasado se rechazó la propuesta panameña de que los cancilleres de la OEA analizarán el caso de Venezuela, y en su lugar se aprobó una resolución que reconoce y "respalda" el diálogo interno iniciado en ese país a instancias del Gobierno, con 29 votos a favor y tres en contra, los de Estados Unidos, Canadá y Panamá.

El líder opositor venezolano, Henrique Capriles, no tuvo la misma opinión que el canciller panameño respecto a lo ocurrido hoy en la OEA, ni tampoco el grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), radicado en Miami.

"OEA hay que reinventarla, no sirve!", "hace rato se convirtió en club de intereses gobiernos de turno, no defiende los Pueblos! Insulza su ppal promotor! Vergüenza!", escribió Capriles en su cuenta de Twitter.

"De manera descarada", la OEA se posiciona "de espaldas a sus propios estatutos" al respaldar un "régimen genocida, dominado por la dictadura más antigua del planeta, la cubana", subrayó Veppex.

"La OEA es un foro legítimo, adecuado, para discutir la situación del hermano pueblo de Venezuela con respeto, con altura, con profunda institucionalidad", indicó, por su parte, el canciller panameño.

También México rompió hoy una lanza para que la OEA tome protagonismo en la crisis venezolana.

"Nos gustaría que se usara ese espacio (la OEA) más, debiera de privilegiársele...quienes aspiran a descalificar esa instancia como espacio de diálogo están desaprovechando un foro", remarcó el secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, en unas declaraciones en Lima.

Entre tanto, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el organismo que el presidente Nicolás Maduro considera apto para tratar de la crisis venezolana, está lista para enviar la semana próxima una comisión a Venezuela con el propósito de acompañar el "diálogo político".

La oposición se niega a participar en la Conferencia de Paz lanzada por Maduro en respuesta a los numerosos llamados al diálogo en Venezuela, salvo que se acepten unos puntos entre los que se incluyen la liberación de los "presos políticos".

"Comisión de Unasur para acompañar el diálogo político en Venezuela hará su primera reunión en Caracas los días 25 y 26 de marzo", escribió hoy en su cuenta de Twitter el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.

El ministro de Ecuador no informó de quiénes formarán la comisión ni cual será su agenda. Solo dijo que van a "acompañar, asesorar y ayudar" en Venezuela.

Sin embargo, a comienzos de semana había dicho que la comisión seguirá "por supuesto, los lineamientos del Gobierno de Venezuela" en su actuación en ese país.

Según indicó hoy el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, en Berlín, el objetivo de la misión de Unasur es "apoyar el diálogo" entre "todas las fuerzas políticas" de Venezuela y pacificar la situación, ya que es "importante" que las diferencias entre las partes se resuelvan de forma democrática y no con violencia.

Desde que se iniciaron las protestas contra el Gobierno de Maduro, el 12 de febrero, más de 30 personas han muerto en hechos supuestamente relacionados y centenares han sido heridas o detenidas.

El Gobierno culpa a la oposición de la violencia y afirma que hay un intento de derrocarlo, y la oposición denuncia represión, censura y torturas, y atribuye los hechos violentos a las fuerzas del orden y grupos de civiles armados supuestamente chavistas.