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México: Dueña de polémico albergue era admirada

Durante más de seis décadas en México, padres pobres que no podían mantener a sus hijos o criar a jóvenes problemáticos los enviaban a un albergue dirigido por una mujer que se había ganado renombre por su labor tutelar.

Rosa del Carmen Verduzco Verduzco crio a miles de niños y niñas en el albergue "La Gran Familia". Tenía donadores entre las élites política e intelectual de México, y la visitaron presidentes así como escritores prestigiosos.

Pero el año pasado, los padres comenzaron a quejarse ante las autoridades de que no podían visitar a sus hijos en ese lugar. Quienes vivían internados en el albergue contaron a investigadores los horrores de una novela de Dickens: violaciones, golpizas y menores retenidos en contra de su voluntad durante años en cuartos llenos de basura y sanitarios en condición inmunda.

El martes, policías federales y soldados, todos bien armados, catearon el albergue y arrestaron a nueve empleados cuidadores, incluida la mujer a la que decían "Mamá Rosa", de 79 años.

Las revelaciones negativas sobre el lugar suscitaron disgusto y horror, pero también muestras de apoyo a Mamá Rosa por parte de admiradores, entre estos algunos de los intelectuales más respetados y de los propios menores que afirman haber sufrido maltratos en el lugar que ella dirigía.

"Fue un trabajo muy bueno lo que hizo en Zamora, Michoacán, y ahora, claro, se le flagela", dijo Elena Poniatowska, una de los escritores más prominentes de México, en declaraciones a Milenio Televisión. "Lo que se debe hacer finalmente es que asociaciones gubernamentales cuiden a la gente", detalló en entrevista televisiva.

La oleada de apoyo a Verduzco Verduzco parece basarse en la creencia de que ella no fue cómplice de ningún abuso, incluso si su edad avanzada y salud deteriorada le impedía supervisar correctamente el albergue.

También refleja un profundo escepticismo hacia el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que destacó la operación contra el albergue como un ejemplo de sus acciones a favor de la protección de la infancia.

Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la Republica, dijo el viernes a la cadena Televisa que duda que se impute algún delito a Verduzco Verduzco. De acuerdo con Zerón, la mujer, debido a su edad, perdió el control de lo que alguna vez fue un albergue caritativo de gran prestigio y saldrá libre.

La Gran Familia parece haber funcionado más como una comunidad que como un albergue profesional para menores. En entrevistas con The Associated Press, quienes viven o vivían en el lugar narraron un mundo caótico en el que adolescentes afligidos estaban bajo la vigilancia de residentes adultos, muchos de los cuales también llegaron de niños, un albergue prácticamente sin ninguna supervisión profesional.

Durante la operación policial del martes, la policía encontró seis bebés, 154 mujeres menores, 278 varones menores, 50 mujeres adultas y 109 hombres adultos, dijeron las autoridades federales. Según expertos, 10 personas presentaban una desnutrición tan grave que era imposible determinar sus edades.

Los menores y los adultos que vivían en el albergue no podían salir de ahí sin un acompañante. Los contactos sexuales dentro de la instalación eran frecuentes, tanto de tipo consensual, como violaciones y abusos sexuales, según las autoridades.

Luis Pérez Juárez, de 32 años, que trabaja de camarero en un bar local, dijo que huyó del albergue en 2003 después de haber vivido ahí casi una década.

"Me pegaba, me castigaba, me jalaba las orejas, me dejó sin comer una semana", dijo Juárez en referencia a Verduzco Verduzco. Ante esta situación, otros menores le pasaban comida a escondidas.

Sin embargo, "me dio cama, techo, comida, educación y estoy agradecido con ella por eso", agregó.

Muchos miembros de la élite mexicana mantienen su lealtad a Mamá Rosa.

"Suciedad, abusos. Eso ¿merecía un operativo militar? Recogiendo huérfanos por 66 años Rosa ocupó el lugar social que dejó vacante el Estado", dijo en su cuenta de Twitter el historiador y ensayista Enrique Krauze.

El expresidente Vicente Fox, cuyo gobierno contribuyó a reunir donaciones para el albergue, escribió en su cuenta de Twitter: "Por alguna razón se está cometiendo una gran injusticia! La verdad prevalecerá. Mamá Rosa te conocemos y sabemos de tu gran obra".

El organismo gubernamental encargado de proteger a los menores en el país envió a muchos de ellos a ese albergue después que los padres dijeran que no tenían capacidad económica o emocional para cuidarlos. El lugar recibía financiamiento de donativos privados y del gobierno. Las inspecciones al parecer eran laxas o inexistentes.

Algunas personas que vivieron en el albergue dijeron a la AP que Verduzco Verduzco adoptó a muchos de los menores y les dio su apellido.

Había personas que cobraban por sus servicios para dirigir la enseñanza primaria, secundaria y de música en el albergue, pero no vivían en el lugar. La mayor parte del trabajo lo hacían los adultos que llegaron de niños al albergue y se quedaron; estos cuidaban a los menores a cambio de alojamiento, comida y un poco de dinero.

De las ocho personas detenidas junto con Verduzco Verduzco, una era docente y las demás personas que crecieron y permanecieron en el albergue, dijo Montserrat Marín Verduzco, sobrina de Mamá Rosa. No se han presentado acusaciones formales contra los detenidos.

El jueves, en el interior del albergue, trabajadores del gobierno prepararon los alimentos mientras las casi 600 personas del lugar jugaban o se recostaban con las mantas y colchones apilados en habitaciones y el patio. La suerte de los menores es incierta, aunque muchos posiblemente serán devueltos a sus padres.

Quienes viven en el albergue dijeron que las relaciones sexuales de común acuerdo eran algo ordinario en el lugar, así como las peleas, hostigamientos y los maltratos físicos. Karen Rodríguez Medina, de 18 años, tiene una bebé de seis meses con un joven que también vive en el albergue.

"Sí, le agradezco a Mamá Rosita por lo que ha hecho, pero en otras cuestiones no, porque ha permitido que se transmita violencia entre uno mismo", afirmó.

"Ella no nos daba pañales, lo adecuado para la bebé, pero sí nos daba un techo para vivir", afirmó.

Algunos familiares dijeron que sólo les permitían visitas limitadas, y que cuando querían llevarse a los miembros de sus familias que estaban ahí, Verduzco Verduzco les exigía dinero para dejarlos ir.

María Valdivia Vásquez, de 65 años, dijo que sólo se le permitían dos veces al año visitar a su nieto, de 17 años, quien fue abandonado por su madre en el albergue hace una década. Valdivia dijo que cuando quiso que le entregaran al joven, Verduzco le pidió 70.000 pesos (5.400 dólares).

Raquel Briones Gallegos, de 44 años, dijo que intentó llevarse en abril a su hijo de 20 años. La mujer dijo que la insultaron y la corrieron del lugar.

El doctor Alberto Sahagún, director del hospital donde Verduzco Verduzco está bajo vigilancia policial y se le atiende de diabetes y problemas de presión arterial, dijo que Mamá Rosa era estricta, pero también una persona altruista que adoptaba a los menores que nadie más quería.

"Para manejar varios cientos de niños necesitaba ser recia", afirmó.

Sahagún dejó entrever que Verduzco Verduzco se hizo mayor y perdió movilidad. No puede subir escaleras y quizá también perdió el control en el albergue. El carácter estricto que ella proyectaba le impidió delegar responsabilidades.

"Su pecado fue no saber pedir ayuda cuando se fue haciendo mayor", afirmó Sahagún. "Ya le habíamos dicho, Rosa necesitas ayuda y la respuesta era 've ayuda tu a tus hijos, yo ayudo a los míos'''.

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El videoperiodista de The Associated Press, Cristian Kovadloff, y la fotógrafa Rebecca Blackwell contribuyeron a este despacho.