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Investigación de FBI bloquea juicio en Guantánamo

Un esfuerzo por juzgar al proclamado arquitecto de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 y cuatro coacusados se volvió a frustrar el jueves cuando una audiencia planteó nuevos obstáculos que amenazan descarrilar el caso ante un tribunal militar en Guantánamo.

Los abogados tuvieron apenas cuatro horas en sólo cuatro días en la base estadounidense en Cuba, obstaculizados por las posibles implicaciones legales de una aparente investigación del FBI sobre la defensa.

Después de casi dos años y 10 sesiones, la fecha de juicio parece elusiva y podría demorar años. La fiscalía buscó empezar la selección de jurados a principios del año próximo, pero eso parece ahora imposible en medio de las disputas inminentes en torno a evidencias secretas de la CIA, entre otras cuestiones.

El proceso a Khalid Sheikh Mohammed, el presunto autor intelectual del complot terrorista, lleva años estancado, inicialmente por la decisión del gobierno estadounidense de mantenerlo en una cárcel secreta y más adelante por cuestionamientos legales y una disputa acerca de si juzgarlo ante la justicia civil o militar. Para los observadores cuyos familiares murieron en los ataques, la demora resulta intolerante.

"Esta semana ha sido difícil porque evoca muchas emociones", afirmó Gloria Snekszer, una mujer residente en Atlanta cuya hermana, Vicki Linn Yancey, murió en el avión que se estrelló en el Pentágono.

"Una de las cosas que me resultaron más difíciles ha sido la demora constante, la idea de que esto nunca llegaría a una conclusión", afirmó Snekszer, quien estuvo esta semana en Guantánamo como observadora.

Algunos familiares se indignaron tanto por la situación que se retiraron el miércoles de una audiencia privada con abogados de la defensa para hacerles comprender el proceso. "Una cosa es tener un juicio justo y otra arrastrarlo indefinidamente", se quejó Don Arias, residente en Panama City, Florida, cuyo hermano Adam murió en el World Trade Center.

Los cinco acusados fueron instruidos de cargos en mayo del 2012 por terrorismo y casi 3.000 cargos de asesinato en violación de la ley de guerra. Todavía no han declarado culpabilidad o inocencia, pero Mohammed ha dicho a las autoridades que orquestó el plan terrorista. Los otros cuatro son acusados principalmente de suministrar apoyo financiero y logístico a los secuestradores. Todos podrían ser sentenciados a la pena de muerte de ser condenados.

El caso es complicado en parte debido al número de acusados. El gobierno gasta unos 90.000 dólares para trasladar a los participantes para cada audiencia previa al juicio. Además es enorme la magnitud de la investigación que las dos partes deben conducir. Se complica por el hecho de que la defensa busca grandes cantidades de evidencias secretas sobre el tratamiento que soportaron los detenidos cuando estaban custodiados por la CIA en cárceles secretas en el exterior.