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Indignación y caos por el cierre del Coliseo romano por una asamblea sindical

Un nuevo cierre durante varias horas a causa de una asamblea sindical del Coliseo, los Foros Romanos y de otros monumentos importantes de Roma causaron este viernes indignación y caos debido a la larga espera que les ha tocado a los visitantes.

"Basta ya", declaró el ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, en un comunicado en el que lamentó que el cierre de estos lugares turísticos, entre los que se encontraban también la colina del Palatino, las ruinas de Ostia Antigua y las Termas de Diocleciano, haya "dejado a los turistas haciendo cola delante de los ojos de todo el planeta".

El ministro deploró que esta última reunión sindical haya causado molestias a los turistas, especialmente en estos momentos en los que "la Expo (Exposición Universal de Milán) y el Jubileo atraen la atención de todo el planeta hacia Italia".

Franceschini también consideró que estas acciones de los sindicatos hacen "daño al país" y anunció que propondrá en el Congreso una modificación legislativa para que los museos y los lugares culturales abiertos a los visitantes se consideren "servicios públicos esenciales".

No es la primera vez que las asambleas sindicales provocan el cierre de algunos áreas arqueológicas más importantes del país, como el pasado junio, cuando los sindicatos bloquearon la entrada a las ruinas de Pompeya durante una hora y cuarto, tiempo en el que los turistas tuvieron que estar esperando bajo el sol.

Federalberghi (la asociación italiana de hoteles y turismo) también condenó hoy este tipo de actuaciones de los sindicatos que cierran las puertas a los turistas,.

El presidente de esta asociación, Bernabò Bocca, lamentó que "en vez de ofrecer a los visitantes un agradable disfrute de las bellezas históricas se les regale una mañana de caos", y pidió al Gobierno que no "infravalore este problema".

Durante la mañana se formaron largas colas de turistas que esperaban la apertura del Coliseo o los Foros Romanos, sin entender lo que sucedía ya que nadie les había avisado con tiempo.

Después de más de dos horas de espera, el Coliseo abrió sus puertas a las 11:00 hora italiana.