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Extrabajadores paraguayos de Itaipú protestan en la embajada de Brasil

Un centenar de extrabajadores de la hidroeléctrica Itaipú, compartida entre Paraguay y Brasil, volvió hoy a instalarse ante la embajada brasileña en Asunción para exigir el pago de los beneficios sociales que dicen que les corresponden por su labor en la construcción de la represa.

El grupo representa a unos 9.000 exempleados paraguayos de las empresas que construyeron la gigantesca obra entre 1974 y finales de 1990 y que ya han protagonizado otras protestas en el mismo lugar, pero crucificándose o manteniendo huelgas de hambre durante días.

Unas 150 personas llegadas desde distintas zonas del país comenzaron este lunes a montar un campamento con lonas y maderas frente a delegación diplomática brasileña en Paraguay.

"Nos vamos a quedar de forma indefinida hasta encontrar solución a nuestras reivindicaciones por parte del Ejecutivo de nuestro país, que es quien tiene el poder y la facultad para resolver el problema", declaró a Efe Carlos González, portavoz de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú.

González, uno de los acompañantes de la anterior protesta, que incluyó a cuatro personas con sus manos clavadas a tablones de madera y en huelga de hambre durante más de un mes el pasado enero, pide que se les dé a los obreros paraguayos lo mismo que recibieron los brasileños al terminar la construcción de Itaipú.

"Ya es tiempo de que el Gobierno, a través de Itaipú, ponga solución y nos pague los beneficios y derechos que nos ganamos durante la construcción, conforme a la voluntad reflejada en los protocolos firmados entre ambos países", añadió.

El colectivo de exobreros paraguayos reclama que se les abone el pago de derechos laborales retroactivos que los Gobiernos de ambos países se comprometieron a otorgar a través de un convenio firmado en 1974.

El pasado 29 de enero levantaron su huelga después de que el Ministerio de Trabajo paraguayo les prometiera negociar un acuerdo, algo que aun no ha ocurrido, según González.

"El Gobierno brasileño es cómplice de la violación de los derechos humanos de más de 9.000 personas. Vamos a llevar esta protesta al límite", manifestó el portavoz.

González aseguró que si el Ejecutivo paraguayo no les hace caso volverán a crucificarse esta semana como ya hicieron en anteriores ocasiones.

"La crucifixión es una herramienta que está en nuestra lucha. Esta vez va a ser mucho más fuerte porque los compañeros han perdido el miedo y están preparados para ofrecer ese sacrificio", declaró.

La embajada brasileña amaneció este lunes rodeado de un vallado metálico sobre la acera y con protección policial extra.