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Expectación máxima en España ante posible convocatoria de elecciones en Cataluña

La expectación es máxima este jueves en España a la espera de saber si el presidente catalán renunciará a la proclamación de la secesión y convocará elecciones en Cataluña, como afirman varias fuentes, para evitar que Madrid tome el control de la región.

En medio de un gran suspense sobre el desenlace de la crisis más prolongada de la democracia española, el ejecutivo catalán anunció este jueves que el presidente Carles Puigdemont haría una declaración pública, luego la retrasó y finalmente la suspendió sin explicación alguna.

A falta de confirmación oficial de lo que dirá, crecía la indignación entre los militantes independentistas en Barcelona ante un posible llamado a elecciones en esta región española. Miles de personas se manifestaron para presionar a favor de la secesión.

"Va a haber elecciones", dijo a la AFP una fuente del partido de Puigdemont, el PDeCAT. Dos diputados de la formación dimitieron también ante la supuesta renuncia del líder regional a declarar la independencia.

Es una incógnita si la eventual disolución del parlamento regional y la convocatoria de elecciones frenará el voto del artículo 155 de la Constitución española el viernes en el Senado, que autorizaría intervenir la autonomía de la región ante el riesgo de daño a la unidad del país.

El presidente conservador Mariano Rajoy fue quien lo solicitó al Senado para poder destituir al gobierno catalán y limitar los poderes del parlamento regional, entre otras medidas, hasta convocar elecciones regionales antes de seis meses.

"El gobierno [central] no va a decir nada hasta que no hable Puigdemont", señaló una fuente de Moncloa la tarde del jueves.

En los últimos días se aceleró la mediación entre Puigdemont, Moncloa e incluso el palacio real de la Zarzuela, según una fuente involucrada en la interlocución.

"Se acordó que si se convocaban elecciones, quedaba descartado el artículo 155", según la fuente.

De todas maneras, el parlamento catalán debe reunirse a partir de las 17H00 (15H00 GMT) para analizar precisamente la amenaza del artículo 155.

Intervenir la autonomía catalana, que fue uno de los puntales de la transición democrática española, "contradice frontalmente" varios artículos de la Constitución, explicó en una carta Carles Puigdemont al Senado.

Rajoy aseguró que no quedaba otra vía más que la intervención a través del artículo 155, nunca utilizado plenamente en cuatro décadas de democracia en España.

La medida supondría un terremoto político en Cataluña, que recuperó su autogobierno tras la dictadura de Francisco Franco. Como respuesta, Puigdemont advirtió que podría declarar la secesión.

Los independentistas alegan estar legitimados por el referéndum inconstitucional del 1 de octubre, ganado ampliamente por los separatistas pero con una participación del 43% y celebrado sin apenas garantías.

Anhelada históricamente por los nacionalistas, una república catalana sería muy efímera ante la hostilidad de Madrid y la Unión Europea y la profunda división que despierta en los catalanes.

Tampoco se antoja fácil la intervención desde Madrid, ante el rechazo que levanta en amplios sectores de Cataluña. "A lo mejor hay resistencia", reconoció el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la radio Cadena Ser, advirtiendo a los funcionarios que "hay que cumplir la ley".

En su estrategia de mano dura, el gobierno de Rajoy contaba con el apoyo del opositor Partido Socialista, de la formación liberal Ciudadanos, y en el plano internacional, de sus socios de la Unión Europea.

No obstante, los socialistas han dicho que si Puigdemont convoca elecciones, no habría razón para aplicar el artículo 155.

El gobierno catalán está aislado a pesar de sus denodados esfuerzos para recabar la atención internacional.

Cataluña, con un 19% del PIB español, ha visto como más de 1.600 empresas han desplazado su sede social fuera de la región a causa de la crisis independentista.

Si declaran la independencia, Puigdemont y su gobierno podrían ser condenados por rebelión, pasible con hasta 30 años de cárcel.

Pero no declararla indignará a sus partidarios.

La principal organización civil independentista, Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), ha convocado una gran concentración ante el parlamento para el viernes.

"Queremos tanto la independencia, vamos a seguir manifestándonos y reivindicando nuestros derechos", dijo a la AFP Judith Campos, quien participó en una manifestación de miles de estudiantes a favor de la secesión y contra el artículo 155 este jueves en el centro de Barcelona.

Los antiindependentistas quieren por su parte salir a las calles el domingo en Barcelona.

FUENTE: AFP