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Empresas británicas se preparan para Brexit sin acuerdo

Gracias al Brexit, los empresarios británicos están al borde de un ataque de nervios, lo cual es una excelente noticia para Lovespace, una empresa de almacenaje en las afueras de Londres.

Lovespace, que recibe cajas de sus clientes, las almacena y devuelve la mercadería cuando se lo piden, dice que sus ingresos se han duplicado en el último año a medida que empresas grandes y pequeñas están acumulando mercadería por temor a quedar desconectadas de sus proveedores si el país sale de la Unión Europea sin un acuerdo sobre futuras relaciones comerciales.

“La gente averigua cómo almacenar cosas, cómo enviar mercadería a sus propios clientes a medida que avanza el año”, dijo el director general Steve Folwell mientras los trabajadores trasladaban cajas dentro del almacén de 1.860 metros cuadrados en Dunstable, unos 55 kilómetros al noroeste de Londres. “Hay incertidumbre debido al Brexit y en este momento hay desconfianza en el proceso político”.

El riesgo de un Brexit sin acuerdo crece en medio de la oposición generalizada al pacto de divorcio que negoció la primera ministra Theresa May con la UE. May dice que ese pacto es la única manera de garantizar que continúe el comercio sin tropiezos una vez que se consuma la salida británica el 29 de marzo, pero el Parlamento lo rechazó por abrumadora mayoría el martes por la noche ante el temor de que mantenga al país atado a la UE durante años.

Sin un acuerdo sobre las relaciones futuras, 40 años de libre comercio entre Gran Bretaña y la UE serían reemplazados por aranceles, inspecciones aduaneras y barreras no arancelarias, con consecuencias potencialmente devastadoras para la economía británica. Los planes de contingencia del propio gobierno hacen pensar en largas demoras en la frontera que provocarían escasez de alimentos y medicamentos, y el Banco de Inglaterra pronostica una contracción del producto interno bruto de hasta 8% este año.

“Los negocios enfrentarían nuevos costos y tarifas”, dijo Carolyn Fairbairn, directora general de la Confederación de la Industria Británica, que representa 190.000 empresas. “Habría trastornos en nuestros puertos y las empresas no tendrían los repuestos que deben proveer a sus clientes”.

Empresas desde la gran cadena de supermercados Tesco, que importa alimentos desde el continente, hasta la automotriz Ford, que recibe autopartes europeas para alimentar las líneas de producción británicas, han cabildeando a los políticos para que les den claridad sobre las relaciones comerciales desde que los votantes respaldaron la salida de la UE en un referendo en junio de 2016. Ahora están tomando medidas para poder seguir operando en caso de falta de acuerdo.

FUENTE: AP