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EEUU estudia límites a la autodefensa

Un vecino de Montana es acusado de montar una trampa y de disparar a ciegas una escopeta desde su garaje, matando a un estudiante alemán de intercambio de 17 años de edad. Un hombre de Minnesota fue condenado por haber aguardado en el sótano de su casa a dos adolescentes a los que mató durante una intrusión.

Los dos casos recientes encienden el debate acerca de si las leyes que permiten a los ciudadanos proteger su propiedad pueden montar trampas y aguardar a un intruso para matarlo.

"No queremos que sea fácil juzgar a la gente. Pero queremos que los individuos se responsabilicen de sus actos cuando traspongan los límites de la sociedad", dijo el miércoles David LaBahn, presidente de la Asociación de Fiscales con sede en Washington.

Más de 30 estados tienen leyes que amplían el principio de autodefensa conocido como "la doctrina del castillo", una premisa de siglos de que una persona tiene derecho a defender su casa de todo ataque, dijo LaBahn. La frase deriva del viejo dicho de que "mi hogar es mi castillo".

Se instrumentaron cambios desde que la Florida fue en el 2005 el primer estado en interpretar dicha doctrina para aplicarla fuera del hogar con una medida que permite la defensa propia sin tener necesariamente que huir de una amenaza.

Con estas leyes, era más fácil disparar contra alguien si uno tenía la sensación de peligro inminente, estuviera o no armada la otra persona.

Ese principio fue decisivo para la defensa de George Zimmerman, un guardia vecinal voluntario que mató a un muchacho desarmado de 17 años. Zimmerman fue absuelto el año pasado.

Los casos de Montana y Minnesota involucran a propietarios cuyas viviendas habían sido robadas y dijeron temer que volviera a suceder. Los fiscales dicen que ellos mismos atrajeron a los intrusos a quienes mataron después.

En Montana, Markus Kaarma dijo a los investigadores que su hogar de Missoula había sido robado dos veces en la semana anterior al domingo en que mató a Diren Dede, de 17 años. Kaarma dijo a su peluquera que se había quedado tres noches aguardando para disparar contra un chico, dijo la mujer a los detectives.

La noche del incidente, Kaarma y su compañera, Janelle Pflager, dejaron abierta la puerta del garaje. Pflager dejó su cartera en el garaje "para que ellos la tomaran", dijo a un policía. La mujer también instaló un monitor de video y sensores de movimiento, dijo la fiscalía.

Pasada la medianoche oyeron los sensores. Pflager encendió el monitor de video y vio a alguien en el garaje. Kaarma tomó su escopeta, salió de la casa y dijo a los investigadores que oyó sonidos metálicos y que sin decir nada disparó cuatro veces. Los disparos alcanzaron a Dede en la cabeza y un brazo.

Byron Smith, un retirado de 65 años, trató infructuosamente de justificar haber matado a Nick Brady, de 17 años, y Haile Kifer, de 18, después que los dos primos irrumpieron en su hogar de Little Falls en 2012. Su abogado dijo que la casa de Smith había sido robada antes y que estaba temeroso.

Smith fue condenado el martes por asesinato premeditado. Los fiscales dijeron que Smith movió su camión para hacer creer que no había nadie en la casa. Activó un sistema de vigilancia y aguardó en el sótano con alimentos, agua y dos armas.

Brady bajó primero por las escaleras y Smith le disparó tres veces. Arrastró el cadáver a otro cuarto y aguardó hasta que entrara la muchacha y le disparó.