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Costa este de EEUU se recupera tras fuerte tormenta invernal

Residentes de la costa este de Estados Unidos se disponían el domingo a volver a la normalidad tras una tormenta invernal que azotó la región con fuertes vientos y espesas capas de nieve.

Finalmente dejó de nevar en la ciudad de Nueva York a eso de las 10 de la noche del sábado, aunque las autoridades seguían exhortando a la población a quedarse en sus casas para permitir que las cuadrillas de limpieza despejen las calles y para que la policía se asegure que no haya nadie en las calles.

La prohibición que pesaba sobre el tránsito vehicular fue eliminada a las 7 de la mañana del domingo en la ciudad del Nueva York. En Baltimore también quedó derogada una suspensión del tránsito aunque con algunas restricciones.

Entretanto, los sistemas de transporte público, que habían sido clausurados durante la tormenta, poco a poco se irían restableciendo.

Sin embargo, aunque United Airlines anunció que reanudaría de manera limitada el servicio en la ciudad de Nueva York, los aeropuertos en la zona metropolitana de Washington DC probablemente permanecerán cerrados el domingo y otras aerolíneas suspendieron sus vuelos del lunes además de los 7.000 vuelos que ya habían sido cancelados.

La enorme tormenta dejó paralizadas tanto a la capital como a la ciudad más grande del país, arrojando casi un metro (tres pies) de nieve y dejando varadas a miles de personas. Por lo menos 18 personas murieron a causa de clima ya sea por accidentes viales, por esfuerzo al palear la nieve o por hipotermia.

La nieve ascendió a 680 centímetros (26,8 pulgadas) en el Central Park de Nueva York, el segundo mayor nivel desde que se comenzaron a llevar registros en 1869 y por poco rompe el récord de 683 centímetros (26,9 pulgadas) logrado en febrero de 2006.

La tormenta afectó desde la costa del Golfo hasta la zona de New England y en algunas zonas de Washington la nieve acumuló 76 centímetros (30 pulgadas). La mayor cantidad de nieve, aunque el informe no fue confirmado oficialmente, fue en una zona rural de West Virginia, que soportó 102 centímetros (40 pulgadas).

"Esta está entre las diez peores tormentas de la historia", dijo el experto Paul Kocin, autor de un libro de dos tomos sobre tormentas invernales.

La ciudad de Nueva York, usualmente bulliciosa y pujante, quedó convertida en una ciudad fantasma. Los teatros de Broadway cerraron. Bruce Springsteen canceló su concierto.

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