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Combates terrestres en el segundo día de "pausa" humanitaria en Guta Oriental

Los combates terrestres continuaban este miércoles en el enclave de Guta Oriental, pese a la tregua humanitaria diaria decretada por Rusia en Siria, mientras que Moscú volvió a acusar a los grupos insurgentes de violar el alto el fuego.

El lunes, Rusia, gran aliado del régimen de Bashar Al Asad, decretó una tregua de cinco horas diarias (de 09H00 a 14H00 -07H00 a 12H00 GMT-) para permitir el abastecimiento de ayuda y la salida de habitantes o heridos del enclave, pero los beligerantes se acusan mutuamente de violarla.

La medida fue anunciada cuatro días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU votara una resolución para reclamar una tregua "lo antes posible" de 30 días en toda Siria, que también fue ignorada.

Tras una noche marcada por intensos enfrentamientos en la periferia de Guta Oriental, la fuerza aérea del régimen bombardeó de nuevo el miércoles por la mañana varias localidades del enclave rebelde, donde casi 600 civiles han muerto desde el 18 de febrero -casi un cuarto de los cuales, niños-, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Mediante "unos bombardeos intensivos y los combates al borde de Guta Oriental, las fuerzas prorrégimen lograron progresar sobre el terreno, de manera limitada, a la altura de las localidades de Hosh Al Zawahira y Shifuniya", indicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Los enfrentamientos terrestres entre combatientes de Yaish al Islam, una facción rebelde islamistas, y las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad continuaban, a pesar de que la "pausa" hubiera comenzado, añadió el responsable de la organización.

El sector de Guta Oriental en manos de los rebeldes, donde viven 400.000 personas, es el útimo bastión de la disidencia a las puertas de Damasco. Dos tercios del enclave ya fueron reconquistados por las fuerzas favorables al régimen en los últimos años.

Pero los combates ponen en peligro esta tregua parcial decretada unilateralemente por Moscú, mientras que la resolución 2401 de la ONU, que reclama una interrupción total de los combates durante un mes en todo el territorio sirio, no tuvo consecuencias.

El martes, el régimen lanzó "obuses, bombas y barriles de explosivos contra el enclave rebelde", matando a siete civiles -dos de ellos, niños-, según el OSDH.

Por su parte, la agencia oficial siria Sana dio cuenta de un muerto y de cinco heridos, víctimas de los cohetes lanzados por los rebeldes contra Damasco. Según la agencia, otros disparos apuntaron contra un corredor humanitario abierto en el sector de Al Wafidin, con el objetivo de impedir que los civiles abandonen el enclave.

Unas acusaciones de las que se hizo eco el ejército ruso, que aseguró que los rebeldes lanzaron una "ofensiva" contra las posiciones prorrégimen durante la "tregua".

"Los militantes atrincherados" en Guta Oriental "siguen bombardeando Damasco, bloqueando las entregas de ayuda y la evacuación de quienes desean irse", denunció el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, ante el consejo de Derechos Humanos de la ONU.

"Rusia y el gobierno sirio ya anunciaron la creación de corredores humanitarios [...] Ahora le toca actuar a los militantes y los que los apoyan", añadió, subrayando que Moscú seguiría apoyando a Damasco para "erradicar definitivamente la amenaza terrorista".

Gracias al apoyo militar de Moscú desde 2015, el régimen sumó victorias frente a los rebeldes y los yihadistas, hasta recuperar el control de más de la mitad del territorio.

"Pese a la superficie limitada respecto a otras zonas todavía en manos de los rebeldes", Guta Oriental es "una prioridad para el régimen, pues constituye una afrenta a su autoridad política a las puertas de la capital", afirmó a la AFP Julien Théron, especialista en conflictos en Oriente Medio y profesor del instituto de ciencias políticas Science Po de París.

Del 18 al 25 de febrero, el régimen sometió al enclave rebelde a una intensa campaña militar, matando a 590 civiles,de los que casi 150 eran niños, según el OSDH.

La ONU confirmó el martes la reanudación de combates, lo que impidió la llegada de ayuda humanitaria a un enclave afectado por la escasez de alimentos y medicamentos.

Según el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jsarevic, un millar de habitantes de Guta Oriental esperan una evacuación médica, y la salud de 600 de ellos es "de moderada a grave".

FUENTE: AFP