China Internacionales - 

China se dispone a otorgar un mandato ilimitado al presidente Xi

Cerca de 3.000 diputados se reúnen en China a partir del lunes en una crucial sesión anual del Parlamento con el objetivo de otorgar al presidente Xi Jinping la posibilidad de un mandato ilimitado, y de desvelar las orientaciones económicas del gigante asiático.

Esta Asamblea nacional popular (ANP), que se reúne durante dos semanas en Pekín, está ampliamente sometida al Partido Comunista de China (PCC), en el poder. En su seno hay algo de debate, pero claramente enmarcado.

Xi Jinping, a la cabeza del Estado desde 2013, obtendrá un nuevo mandato de cinco años, como es tradicional. Pero los diputados deben ahora confirmar una modificación de la Constitución, deseada por el PCC, para abrogar el límite de dos mandatos presidenciales.

En suma, Xi podría mantenerse como jefe de Estado todo el tiempo que quisiera. Esta polémica revisión genera comparaciones con el fundador del régimen, Mao Tse Tung, hombre fuerte de China desde 1949 hasta su muerte en 1976.

La perspectiva de una presidencia ilimitada de Xi Jinping fue celebrada por la prensa oficial como una muestra de "estabilidad". Pero provocó reacciones menos entusiastas en la sociedad, lo que impulsó a la censura a eliminar cualquier comentario negativo en las redes sociales.

Este cambio "se asemeja claramente a un desmantelamiento de algunas de las más importantes instituciones implementadas para reforzar la administración" frente a los dirigentes de la cúpula del Estado, asegura Trey McArver, fundador del instituto de investigación Trivium China, con sede en Pekín.

En los años 1980, Deng Xiaoping, hombre fuerte de China desde 1978, había instado a separar la dirección del Estado de la del PCC, con el objetivo de evitar una "concentración susceptible de generar un gobierno arbitrario", como ocurrió durante el reino incuestionado de Mao.

Desde hace unos 30 años, China ha conocido así suaves transiciones en la cúpula del Estado, con presidentes de la República popular que quedaban en el cargo no más de diez años.

Entre los demás acontecimientos que se esperan en esta sesión del Parlamento figura el anuncio de la composición del nuevo gobierno, que se realizará al término de la ANP.

La sesión debe también aportar indicaciones sobre la dirección económica que tomará China, con la reorganización de las autoridades de regulación financiera y el anuncio del nuevo gobernador del banco central.

Otro punto importante: ¿las autoridades van a anunciar o no un nuevo objetivo anual de crecimiento?

No se fijó ninguno el otoño boreal durante el congreso quinquenal del Partido, y ello confirma la idea de que las autoridades están dispuestas a que se reduzca el insolente ritmo de crecimiento del PIB durante la transición a un modelo económico más sostenible y duradero.

Sin embargo, según analistas, el primer ministro Li Keqiang podría anunciar el lunes un objetivo de crecimiento "en torno al 6,5%" para 2018, como el año pasado. El objetivo de Pekín es duplicar el PIB nacional entre 2010 y 2020.

Los diputados también deberían votar la creación de una nueva agencia estatal para luchar contra la corrupción. Hasta ahora, el Partido tenía su propio órgano, que ha permitido castigar a más de un millón de miembros del PCC desde la llegada al poder de Xi Jinping.

El Parlamento también validará una reforma que prevé que los funcionarios y los dirigentes puedan jurar sobre la Constitución. El propio Xi Jinping lo hará en un ceremonia que se anuncia muy mediatizada.

El ritual hace sonreír a Li Datong, exjefe de redacción del Diario de la juventud de China, rotativo estatal.

Como todo el resto de la sesión parlamentaria, esta ceremonia es "sólo un espectáculo" teatral, opina este crítico del régimen comunista.

"Si realmente el gobierno respetara la Constitución, no actuaría de forma tan arbitraria", sentencia.

FUENTE: AFP

En esta nota: