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Campaña de EEUU preocupa a Damasco

El gobierno de Siria está furioso de que Washington lo excluyera como aliado en la campaña internacional contra el grupo Estado islámico, posiblemente por una razón muy importante: le preocupa que cuando Estados Unidos alcance sus objetivos con los ataques aéreos en territorio sirio vire su mirada hacia el presidente Bashar Assad con el propósito de derrocarlo finalmente.

Este escenario quizá no sea inminente, pero pone nervioso a Damasco. Estados Unidos prevé reforzar a las facciones rebeldes al mayor nivel en la guerra interna en Siria que se ha prolongado tres años y medio.

Por ahora, analistas afirman que el objetivo de Washington después de la destrucción del grupo Estado Islámico, al que también se conoce con el acrónimo de EIIL, será crear una nueva dinámica para apremiar a Assad a que regrese a la mesa de las negociaciones.

"La campaña contra el EIIL va a poner mucha presión al régimen de Assad y al final no sólo erradicará al EIIL, sino que también minará la capacidad del régimen de oponerse a un acuerdo que incluya la salida del mismísimo Assad", dijo Amr al-Azm, profesor de la Universidad Shawnee en Ohio.

"La campaña (contra el Estados Islámico) debilitará aún más la capacidad de supervivencia de Assad. Imposible que no salga afectado", apuntó.

El presidente Barack Obama dijo el miércoles que su actual estrategia ofensiva en Irak y Siria está centrada en la amenaza que representa el grupo Estado Islámico.

Sin embargo, también dejó entrever que estará dirigida un poco más allá al afirmar que "el régimen de Assad jamás recuperará la legitimidad que ha perdido".

"Debemos reforzar a la oposición para que sea el mejor contrapeso frente a los extremistas como el EIIL, al tiempo de impulsar una solución política necesaria para dar salida a la crisis en Siria de una vez por todas", declaró Obama el miércoles.

El gobierno sirio afirmó que daba la bienvenida a los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo Estado Islámico en Siria. Pero apostaba a que Washington lo haría aliado contra los extremistas, con la esperanza de que Estados Unidos diera marcha atrás a su política que prevé la salida de Assad.

Después de que Obama dejara claro el miércoles que Estados Unidos apoya a los rebeldes, el asesor político de Assad, Bouthaina Shaaban, señaló que cualquier operación militar estadounidense en Siria sería considerada una agresión si se efectúa sin la coordinación con el gobierno en Damasco.

Assad no ha hecho declaraciones sobre el discurso de Obama y dijo el jueves al nuevo enviado de la ONU para Siria que la máxima prioridad ahora era la lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, Shaaban efectuó el jueves varias presentaciones ante la prensa y afirmó que Obama cometía un gran error al excluir al gobierno sirio.