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Buena recepción a medida papal de perdonar el aborto

La decisión del papa Francisco de permitir que sacerdotes comunes absuelvan a las mujeres que se arrepientan en confesión por haber abortado fue mayoritariamente bien recibida en la región, pero también surgieron voces críticas que opinaron que es un intento de juzgar decisiones personales.

La disposición papal regirá durante el Año de Misericordia, entre el 8 de diciembre de 2015 y hasta fines de noviembre de 2016.

La jubilada argentina Silvia Lagguzzi, de 72 años, saludó la decisión del papa. "¿Por qué no van a perdonar eso (el aborto) todos los sacerdotes si todos los pecados son perdonables?", se preguntó.

"Yo aborté una vez, tenía 25 años, fue un montón de cosas que se juntaron... me arrepentí, soy católica, y en ese entonces un sacerdote común me perdonó", en alusión a la práctica de algunos curas argentinos que se han anticipado a la decisión papal.

El Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, con presencia en Washington y Nueva York, fue muy crítico en un comunicado y afirmó que los comentarios del pontífice "dan por entendido que una persona que ha terminado su embarazo debe estar avergonzada de ello". Enfatizó que "rechazamos cualquier intento de juzgar o avergonzar a alguien en base a decisiones personales tomadas sobre salud, embarazo y la posibilidad de ser padres".

En América Latina el aborto mayoritariamente está prohibido, y sólo es permitido como parte de sus políticas de salud pública en Cuba y está legalizado en Puerto Rico y en algunos países de las Antillas. En Uruguay está despenalizado hasta la semana 12, al igual que en Ciudad de México.

En Cuba, por el contrario, el aborto fue introducido en sus hospitales en 1965. Miguel Sosa Marín, ginecólogo y presidente de la Sociedad Cubana de Desarrollo de la Familia, dijo al diario oficial Granma que el aborto seguro "es un logro de las mujeres cubanas en su lucha por el pleno ejercicio de igualdad entre los géneros.

Hasta ahora si una mujer quería confesar su aborto y obtener la absolución debía acudir a un obispo, quien designaba a un cura especializado en esas materias.

Para el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Augusto Castro, muchas mujeres sufren por abortar, "y uno de los momentos especiales de superar todo ese sufrimiento es también la confesión y la absolución y es un gesto maravilloso del Papa y que lo extienda todo ese año a todos los sacerdotes".

El párroco Peter Kliegel, de la chilena ciudad de Osorno, dijo que "es un paso súper importante para darle la oportunidad a personas de levantarse, porque la iglesia no puede solamente dar a conocer leyes, sino que tiene que tender la mano igual como lo hizo Jesucristo".

En Chile está prohibido cualquier tipo de aborto, incluso el terapéutico.

Janet Meier, 64, dijo que cinco de sus sobrinas -todas católicas- se han practicado un aborto. Opinó que la decisión de Francisco "podría ser una solución para tantas personas que de alguna manera han cometido un pecado porque sólo Dios quita la vida".

Carol Tobías, presidente de Derecho Nacional a la Vida, la organización pro vida más grande de Estados Unidos, señaló que "mientras algunas mujeres mejoran y pueden superar el dolor de matar a su niño no nacido, todavía hay muchas que no han podido llegar a ese punto".

En Uruguay, el obispo de Maldonado, Rodolfo Wirz, recordó que el aborto "es un asesinato". Agregó que "lo nuevo sería que ahora, al mismo tiempo, la Iglesia, con una mayor sensibilidad, se pone en el lugar de la madre, la que está verdaderamente arrepentida y la que no".

FUENTE: AP