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Autoridades monitorean protesta armada en Oregon, de lejos

Un grupo armado anti gobierno tomó un remoto refugio nacional de fauna en Oregon como parte de una disputa de décadas sobre el uso de tierras federales en el oeste de Estados Unidos, ante la mirada atenta pero distante de las autoridades federales.

El grupo llegó al helado desierto del este de Oregon para protestar contra las sentencias a prisión a dos granjeros que quemaron tierras federales, pero dice que su objetivo principal es la entrega de las tierras a las autoridades locales para que la gente la use sin supervisión federal.

Personas en todo el país están asombradas de que las autoridades federales no hayan actuado para recuperar el control del Refugio Nacional de Fauna Malheur. Residentes del área dicen que no han visto una numerosa presencia de agentes y la táctica del gobierno es generalmente monitorear esas protestas desde lejos y no intervenir a menos que haya señales claras de violencia.

Pero muchos critican la falta de acción, diciendo de se debe a que los que ocupan la propiedad son blancos.

Así es como las autoridades federales apaciguaron una confrontación en el 2014 en Nevada con el granjero Cliven Bundy sobre derechos de pasto. Ahora, los dos hijos de Bundy encabezan la ocupación del refugio de fauna en Oregon.

Ryan Bundy le dijo el domingo a The Associated Press que espera que la protesta lleve a otros a tomar acciones similares en tierras federales en otras partes del país.

"El objetivo es restaurar el derecho de la gente aquí para que puedan usar la tierra y sus recursos. Todos", dijo Bundy.

La disputa tiene sus raíces en un movimiento de las décadas de 1970 y 1980 en 13 estados del oeste que demandó cambios en el control de tierras por el gobierno federal y más control estatal y local sobre las mismas. Mientras que granjeros se quejan de las reglas federales, críticos del movimiento han argumentado que el gobierno federal debe administrar las tierras públicas para conseguir su uso más amplio posible, incluyendo ambiental y recreativo.

Residentes del pequeño poblado de Burns, unos 48 kilómetros (30 millas) al sur del refugio, están preocupados por el potencial de violencia.

Keith Landon, empleado de una tienda local, dijo que conoce a agentes de la policía local que temen que sus hijos sean atacados por el grupo.

"Espero que solamente se trate de una muestra de fuerza, para presionar", dijo.