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Árabes forjan frente común ante políticas de Trump

La Liga Árabe celebra una cumbre en Túnez en que sus miembros aspiran a presentar un frente común ante las políticas del gobierno estadounidense.

Los árabes consideran que las políticas del gobierno de Donald Trump exhiben una excesiva parcialización hacia Israel. Sin embargo están divididos en algunos temas, como por ejemplo sobre si readmitir a Siria.

La cumbre de este año se celebra en medio de las guerras civiles de Siria y Yemen, el conflicto en Libia y el boicot a Qatar realizado por cuatro países.

Tanto el presidente de Argelia Abdelaziz Bouteflika como el de Sudán, Omar al-Bashir, faltaron debido a olas de protestas en sus países.

Los participantes _22 miembros, menos Siria_ tratarán de presentar un frente común contra las políticas de Trump, como el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán y el traslado del año pasado de la embajada estadounidense a Jerusalén.

Una de las pocas cosas que han unido a la Liga Árabe en los últimos 50 años es el rechazo a la ocupación israelí de los Altos del Golán, así como a Jerusalén oriental y Cisjordania, territorios capturados por Israel en la guerra de 1967 y que los palestinos quieren para su futuro estado.

La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, compartió en gran medida esa posición hasta el año pasado que Trump decidió abandonar dicha política y trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén y reconocer la anexión de Israel de la meseta estratégica del Golán a principios de este mes.

Se espera que los líderes árabes reunidos en Túnez emitan una declaración en la que condenen esos movimientos, pero es poco probable que tomen más medidas.

Esto se debe en parte a que las potencias regionales, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, han establecido estrechos lazos con la administración Trump, considerándola un aliado clave contra su principal rival, Irán. Ambos están bajo presión por su devastadora guerra de tres años contra los rebeldes hutíes de Yemen, y Riad sigue lidiando con las consecuencias del asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi por agentes saudíes el año pasado.

También se espera que la Liga Árabe considere la readmisión de Siria, un miembro fundador que fue expulsado en los primeros días del levantamiento de 2011 contra el presidente Bashar Assad. Pero funcionarios que hablaron antes de la reunión dijeron que era poco probable que Siria sea bienvenida de nuevo en un futuro cercano.

Emiratos reabrió su embajada en Damasco el año pasado, y otros estados árabes han expresado su apoyo para restablecer las relaciones. Pero Arabia Saudita y Qatar han apoyado activamente a los rebeldes que intentan derrocar a Assad, y muchos otros estados ven a su gobierno como un aliado de Teherán que debería seguir siendo rechazado.

FUENTE: AP