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La realeza británica, de gobernantes a celebridades

LONDRES ( AP ). Kate Middleton no se está casando solamente con el futuro rey británico, también lo hace con todos nosotros. Hubo el tiempo en el que los súbditos británicos veían a sus soberanos desde lejos. Pero eso es cosa del pasado.

Los integrantes de la familia real ahora son mega celebridades al estilo de Hollywood: desde su celulitis, hasta su calvicie y sus noches de parranda son seguidas con la misma intensidad con la que se persigue a los más famosos.

Los monarcas se posicionan cada vez más en la categoría de estrellas desde que la madre de Guillermo, la princesa Diana, entró a la familia real con su carisma, alterándola para siempre.

A tan sólo días de la boda real, la imagen de Kate y Guillermo aparece al lado de la de Catherine Zeta-Jones, la cantante Cheryl Cole y la modelo Katie Price en las portadas de las revistas de celebridades. Las publicaciones también prometen chismes sobre los momentos más caóticos de la boda real y presentan titulares como "Amigos preocupados por delgadez de Kate". La pareja real está incluso en la portada de TV Times, la unión será el evento televisivo del año.

Es fácil olvidar que no siempre ha sido así.

" Cuando era pequeña pensaba que la familia real era inocua pero un poco aburrida ", señaló la novelista Mónica Ali, cuya obra "Untold Story" (La historia no contada), imagina un futuro alternativo en el que la princesa Diana sigue con vida.

" Fue realmente cuando Diana entró en el panorama que las cosas empezaron a cambiar ", dijo Ali. " Ella dividió a la opinión pública. Mucha gente la adoró, algunos no la querían, pero todos tenían una opinión sobre ella ".

" Ella introdujo el elemento de celebridad, para bien o para mal ".

"Untold Story", que ya está a la venta en Gran Bretaña y llegará a Estados Unidos en junio, narra un futuro en el que Diana no muere en el accidente automovilístico de 1997. La novela, que reflexiona sobre el peso de la fama, cuenta que la princesa fingió su muerte, cambió su nombre y empezó una nueva vida en un pequeño pueblo estadounidense.

" Kate no solamente está entrando en la familia real ", dijo Ali. " Ella se está casando con la fama. Está entrando en el escenario de las primeras damas. Competirá con Michelle Obama y Carla Bruni".

No es nada nuevo que la gente quiera enterarse de lo que hacen los famosos, pero a lo largo del tiempo nuestra relación con ellos ha cambiado. En la actualidad el público quiere saberlo todo.

Ellis Cashmore, un profesor de estudios culturales en la Universidad de Staffordshire en Inglaterra y autor de "Celebrity Culture", dijo que la princesa Diana fue una figura clave en esa transición. Y, antes de ella, estuvo la difunta Elizabeth Taylor, quien borró las fronteras con su tumultuosa vida amorosa y problemas de salud.

" No estábamos interesados en la Liz Taylor de las películas. Queríamos conocer a la persona real ", señaló. "No interesamos mucho más en las vidas privadas de la gente, o lo que alguna vez fue su vida privada".

La familia real mantuvo su distancia, hasta que llegó Diana.

La romántica boda del príncipe Carlos con Lady Diana Spencer, de 20 años, fue seguida por el nacimiento de dos hijos, Guillermo y Enrique. Luego vino la bulimia, un intento de suicidio y problemas matrimoniales que eran obvios incluso antes de que Diana le dijera a un conductor de televisión en 1995 "éramos tres" en el matrimonio _en referencia a ella misma, Carlos y Camilla Parker-Bowles.

Mientras todo esto se desarrollaba, los paparazzi perseguían a Diana a todas partes. La princesa tenía una combinación de elegancia, con calidez, humanidad e infelicidad que los atraía sin descanso.

" El toque de humanidad de Diana fue como una varita mágica: toda la familia real se volvió humana en un instante ", dijo Cashmore. " Fue como si de repente nos diéramos cuenta de que eran personas ordinarias como nosotros ".

Eso cambió a la familia real.

" Diana los llevó a entender que no eran para nada una institución privada ", indicó Cashmore. " Eran públicos, y nosotros _los fanáticos, los consumidores_ teníamos la sensación de que nos pertenecían. No es simplemente una monarquía. Es nuestra monarquía ".

" La familia real ha llegado a reconocer, lentamente y más bien con renuencia, que son propiedad pública ".