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Iker Casillas y Sara Carbonero planean quedarse un año más en Oporto

La pareja formada por Iker Casillas y Sara Carbonero ha demostrado en más de una ocasión, como ha quedado patente en sus respectivas redes sociales, que tras más de un año y medio de vida en la ciudad de Oporto han logrado integrarse con facilidad en la sociedad portuguesa y, sobre todo, crear un entorno familiar satisfactorio y estimulante para sus dos retoños, los pequeños Martín y Lucas.

Por eso no debería resultar demasiado sorprendente que el afamado portero haya revelado ahora que su deseo, y también el de la madre de sus hijos, reside en extender su estancia al otro lado de la frontera tanto como les sea posible, teniendo en cuenta el buen momento profesional que él vive en el Oporto y la comodidad con la que Sara afronta ahí sus responsabilidades como madre.

"Quiero seguir otro año. Aquí estoy muy a gusto y es mi intención. Tengo yo la potestad de elegir, aún me quedan algunos partidos por cumplir pero en el momento que llegue a esa cifra puedo decidir si continúo o no", indicó el excapitán de la selección española en el programa 'El Transistor' de la emisora Onda Cero.

Como explicó el propio Iker durante su intervención radiofónica, todavía le quedan tres partidos para poner fin a las obligaciones contraídas con el Oporto en virtud del contrato que le llevó a militar en el Oporto en 2015, que también estipulaba que, una vez alcanzado ese límite, el portero podría proponer que una renovación para alargar su estancia al menos un año más.

"Ganar la liga portuguesa" es sin duda el gran objetivo deportivo que le queda a Iker por satisfacer antes de plantearse la posibilidad de regresar a España con Sara y sus hijos, por lo que a buen seguro la reportera aprovechará ese tiempo restante para seguir disfrutando al máximo de una estancia que está siendo muy positiva tanto para ella como para sus dos niños.

"Esta experiencia va a enriquecer a los peques y nos ha hecho ganar tranquilidad. Nuestro proyecto en común es más fácil allí, al tener menos distracciones, estamos como una piña. Es una etapa familiar preciosa", confesaba Sara hace unos meses durante una breve visita a Madrid para hacer balance de su primer año en la segunda ciudad más poblada del país vecino.