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Dani Rovira agradece a Clara Lago que sea su "musa eterna"

El actor y cómico Dani Rovira presentó el pasado sábado, y por tercera vez, la ceremonia de entrega de los premios Goya que tuvo lugar en el madrileño hotel Marriot Auditorium, una gala que a diferencia de las dos anteriores, no se vio definida por el sinfín de comentarios de dudoso gusto que recibió el malagueño en su papel de maestro de ceremonias y que, de hecho, gozó de valoraciones mucho más positivas por parte de los internautas y de la prensa especializada.

Esto explica que, en contraposición con lo ocurrido hace poco más de un año, el artista andaluz haya pasado de confesar públicamente que -debido a la dureza empleada por sus detractores en ese momento- no le había merecido la pena presentar el evento, a exhibir ahora y sin disimulo el júbilo que le invade tras constatar que el evento transcurrió según lo previsto y que, al menos aquellos involucrados, habían quedado satisfechos con el resultado.

"Gracias a todos los que hacen de esta noche tan complicada una experiencia única. Feliz, muy feliz. Una noche de cine maravillosa. Gracias a los espectadores, porque sois el motor de todo. Y a la audiencia que optó por vernos", escribió en su perfil de Instagram junto a un montaje fotográfico con algunas de las estampas más destacadas de la gala.

Entre las muchas personas a las que ha querido dar las gracias públicamente por su respaldo y colaboración de cara a tan exigente tarea no podía faltar su actual compañera sentimental, la también actriz Clara Lago, a quien no ha dudado en calificar de "musa eterna" para expresar así el hecho de que, además de ocupar su corazón, la joven se ha convertido con el paso de los años en una de sus principales fuentes de inspiración.

"Y gracias a Clara Lago por su criterio, apoyo constante y por ser musa eterna", le dedicó al final del largo texto que ha compartido con todos los internautas y que concluye con la frase: "Viva el cine español".

Más allá del buen sabor de boca que dejó su intervención como conductor de la gala entre los asistentes y el público general, al margen de alguna que otra broma que no fue tan bien acogida y de la duración excesiva de la ceremonia, por el momento se desconoce si la Academia o el propio Dani Rovira se han planteado la posibilidad de volver a repetir fórmula para la edición del año que viene, una idea que en principio parece poco probable teniendo en cuenta que sus más inmediatos antecesores, Eva Hache y Andreu Buenafuente, no ocuparon el cargo más de tres veces consecutivas.

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