WASHINGTON Economía - 

Aún es pronto saber si caída de acciones afectará a economía

El desplome vivido recientemente en los mercados bursátiles de Estados Unidos ha causado sufrimiento psicológico y pérdidas financieras _al menos sobre el papel _ para las personas que invierten significativamente en Wall Street, pero aún no se ha concretado otro temor: que los consumidores y las empresas puedan recortar sus gastos como respuesta.

El gasto de los consumidores es el motor del crecimiento económico de Estados Unidos, por lo que cualquier retroceso brusco en sus gastos perjudicaría al país. Ello causaría una economía más débil y la pérdida de empleos.

Por lo menos hasta ahora hay pocos indicios de que la “corrección” mostrada por el promedio industrial Dow Jones _que cayó un 10% desde su pico a finales del mes pasado_ vaya a afectar a la economía norteamericana.

El viernes, Wall Street tuvo una jornada matutina de ganancias seguida de una fuerte caída. Poco antes del cierre, sin embargo, el mercado repuntó con una racha alcista. Al final, el Dow sigue estando cerca del 50% por encima de donde estaba después de su última corrección en febrero de 2016.

La mayoría de los economistas ven la caída actual como un resultado inevitable y esperado luego de un rápido ascenso de las acciones desde entonces. Pocos creen que la mayoría de los inversionistas estén a punto de reducir sus gastos.

Los desplomes del mercado que terminan por desbaratar una economía suelen ser desencadenados por los desequilibrios financieros, como por ejemplo la deuda insostenible que desencadenó la Gran Recesión en 2007. Los estadounidenses no han contraído tanta deuda como antes de la crisis financiera. Los bancos tienen mucho más efectivo en reserva. Las regulaciones han reducido el tipo de préstamos hipotecarios de alto riesgo que alimentaron la crisis financiera de 2008. Las utilidades empresariales son fuertes y crecen.

"La economía parece bastante resistente a este tipo de shock relativamente modesto", dijo Gregory Daco, economista en jefe de Oxford Economics para Estados Unidos.

Refiriéndose al desplome de la bolsa, Daco declaró: "Podríamos estar viendo una evolución más normal de las cosas. Las subidas y bajadas no son atípicas".

Aun así, si las acciones cayeran en territorio de un "mercado bajista" _definido como un 20% por debajo de los picos recientes_ o si se mantuvieran durante meses sin ninguna ganancia real, la economía enfrentaría mayores riesgos.

La confianza de los consumidores probablemente se vería afectada. La disminución de la confianza de las familias a gastar tiende, con el tiempo, a ralentizar el crecimiento. Los estadounidenses son colectivamente mucho más propensos a gastar más _especialmente en compras costosas como casas, autos y vacaciones_ cuando su patrimonio familiar es estable o está creciendo y son optimistas sobre sus futuros financieros.

La confianza entre consumidores y empresas aumentó después de la elección del presidente Donald Trump y alcanzó un máximo de 17 años en noviembre. Los precios de las acciones subieron, al igual que el gasto de los consumidores.

La mayoría de los economistas dicen que los precios de las acciones tendrían que bajar mucho más para que los posibles efectos depresivos surtieran efecto.

De hecho, Michael Feroli, economista de JPMorgan Chase, expresó la esperanza de que la economía se acelere un poco este año, en parte debido a los grandes aumentos de gastos que se incluyeron en una ley de presupuesto aprobada por el Congreso.

La economía probablemente crezca ahora crecerá un 2,6% en 2018, estima Feroli, todavía por encima de un pronóstico anterior del 2,2%.

FUENTE: AP

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