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Prosigue crisis social en las minas sudafricanas

RUSTENBURG, Sudáfrica (AFP). Los nuevos enfrentamientos registrados este martes en la cuenca minera de Rustenburg (norte) entre policía y huelguistas de Amplats siguen agitando la crisis social iniciada en las minas sudafricanas desde agosto, pese a los esfuerzos del poder para tranquilizar a los inversores internacionales.

A primeras horas de la mañana, la policía disparó gases lacrimógenos, balas de caucho y granadas ensordecedoras para dispersar a un millar de mineros que impedían a los bomberos intervenir en un incendio.

Obreros de Amplats, número uno mundial del platino y filial del gigante minero Anglo American, levantaron barricadas en la carretera que lleva a una estación eléctrica en llamas, probablemente incendiada por los huelguistas.

Esta crisis en Amplats ilustra un problema que se repite: muchos mineros sudafricanos se niegan a confiar en su poderoso sindicato NUM, al considerarlo demasiado cercano y demasiado comprometido con la patronal.

El viernes, la dirección de Amplats y NUM habían negociado un acuerdo con la esperanza de poner fin a seis semanas de huelga. La dirección aceptaba reintegrar a 12.000 obreros despedidos por la huelga.

Amplats les había dado de plazo a este martes por la mañana para reincorporarse al trabajo, ofreciéndoles una prima de 2.000 rands, (178 euros) a los que se presentaran a fichar a la hora.

Pero un núcleo duro de huelguistas rechazó el compromiso, prefiriendo continuar la protesta.

"Los obreros que querían volver a trabajar no han podido hacerlo, han sido intimidados", afirmó a la AFP un portavoz del NUM, Lesiba Seshoka. "Los que no quieran volver a trabajar están en su derecho, pero tienen que dejar a los que quieren hacerlo", dijo.

Amplats, donde se inició la huelga el 12 de septiembre, es la última gran compañía minera que sigue paralizada por la oleada de huelgas salvajes iniciada en Marikana, en agosto, por iniciativa de mineros iracundos contra el NUM que reclamaban fuertes alzas salariales, y que dejaron en torno a 60 muertos.

En las minas de oro, los huelguistas han vuelto al trabajo en su mayoría tras conseguir entre el 11 y el 20,8% de aumento salarial acumulado en lo que va de año.

La conflictividad social en las minas de oro ha costado 10.100 millones de rands (unos 912 millones de euros) a la industria minera en 2012, y una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de la economía sudafricana para el año del 2,5%.

La industria minera y las actividades derivadas representan cerca del 20% del PIB sudafricano.

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