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Ray Rice: Segunda vida hablando contra violencia doméstica

Sin equipo desde hace dos años tras la divulgación de un video en el que aparecía golpeando a su pareja, Ray Rice dijo que ha tenido una segunda oportunidad en la vida a través de su trabajo en contra de la violencia doméstica.

El ex running back de los Ravens de Baltimore indicó que todavía quiere jugar en la NFL, y aseguró que no guarda rencor contra Greg Hardy por haber recibido una oportunidad que él no ha tenido. Sin embargo, Rice dijo que le gustaría que el ex defensive end de Dallas utilice su fama de la misma manera que él ha tratado de ejercer un cambio positivo.

"Me gustaría ver que haga algo distinto con la segunda oportunidad que tuvo", dijo Rice el miércoles después de participar en una discusión organizada por la conferencia Big 12 de fútbol americano universitario para hablar sobre la violencia contra las mujeres en los recintos universitarios.

"Me hubiese encantado verlo abogando y siendo una influencia positiva y haciendo las cosas bien", agregó. "Le deseo mucho éxito a Greg en su vida. Nunca he deseado mal a nadie. Y espero que pueda realizar los cambios necesarios para hacer las cosas bien de ahora en adelante".

Hardy jugó una temporada con los Cowboys, que lo ficharon después que el jugador encaró un caso por violencia doméstica en Carolina del Norte. El defensive end no pudo alejarse de la polémica durante su año con los Cowboys, y su rendimiento mermó después que se publicaron fotos de su ex novia con moretones.

Los Cowboys decidieron no renovarle el contrato. Sin equipo esta temporada, Hardy fue arrestado esta semana por posesión de cocaína.

Rice jugó por última vez el 29 de diciembre de 2013. Tras la divulgación del video en el que aparecía golpeando a su entonces prometida, y ahora esposa, fue despedido por los Ravens y suspendido indefinidamente por la NFL.

Esa suspensión fue revocada por los tribunales, pero ningún equipo ha fichado al running back que corrió para 6.180 yardas en seis temporadas.

"No ando por ahí diciendo que merezco una segunda oportunidad", dijo Rice. "Cuando jugaba podía controlar eso. Pero ahora sé que está fuera de mis manos. Creo que lo que ahora puedo controlar es cuánta gente puedo ayudar, juegue o no".

Rice ahora ofrece charlas a atletas universitarios y de secundaria sobre la violencia doméstica y otros temas que aprendió en sus terapias y conversaciones con expertos.

"No tengo un hogar roto", dijo Rice, quien está casado y tiene una hija de cuatro años y un hijo bebé. "Tengo una esposa y un hijo y una hija que tienen que crecer con su padre, quien tomó una decisión terrible en su vida. Y tengo que explicarles eso".

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