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Un furibundo Messi opaca la final de la Copa América

Todo estaba preparado para que este domingo fuera la gran fiesta del fútbol sudamericano, con la disputa de la final de la Copa América-2019, pero las declaraciones en la víspera de Lionel Messi lo hizo saltar todo por los aires: "La Copa está armada para Brasil".

El delantero del FC Barcelona, habitualmente comedido en sus declaraciones, explotó el sábado después de ser expulsado, en un lance con Gary Medel, que también vio la roja, en la primera parte del partido que ganó Argentina a Chile (2-1) por el tercer puesto.

"Creo que nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto que se nos hizo en esta Copa", declaró en zona mixta Messi, que no acudió a la ceremonia en la que los argentinos recibieron una medalla por su tercer puesto.

"Lamentablemente la corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente disfrute del fútbol, del 'show' y lo arruina un poco", agregó Messi, quien atribuyó su expulsión a las críticas que lanzó a la actuación del árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano en la semifinal que la Albiceleste perdió contra Brasil (2-0) el pasado martes.

"Creo que la expulsión fue por lo que dije. Mis palabras tuvieron repercusiones, pero siempre hay que ser sincero. Soy honesto", dijo el capitán albiceleste, que se negó a asistir a la ceremonia de la entrega de medallas por el tercer puesto.

"Creo que nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto que se nos hizo en esta Copa", denunció.

Y siguió disparando: "Lamentablemente la corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente disfrute del fútbol, del 'show' y lo arruina un poco".

"Creo que no hay duda de que Brasil está para salir campeón. La Copa está armada para Brasil y ojalá el VAR y los árbitros no tengan nada que ver en la final y Perú pueda competir, porque tiene equipo para hacerlo, pero lo veo difícil", aventuró.

Horas después del partido y ante la magnitud de las palabras de Messi, recogidas por toda la prensa internacional, la Conmebol calificó de "inaceptables" e "infundadas" estas acusaciones, que representan "una falta de respeto a la competencia, a todos los futbolistas participantes" y al propio organismo rector del fútbol sudamericano.

Brasil y Perú disputan este domingo en el Maracaná de Rio (20H00 GMT) la final continental. Tras el depuesto bicampeón Chile, Sudamérica busca un nuevo rey.

Brasil, el dueño de casa, persigue su novena corona continental con un paso inmaculado, sin derrotas, sin goles recibidos en cinco partidos, y con el orgullo inflado por haber vencido a su archirrival Argentina en las semifinales.

Y buscará el objetivo regresando a sus orígenes, ese 'jogo bonito' que Tite parece haberle devuelto a la Seleçao: "Jugar bien es la esencia. Se puede ir adelante, sí, pero hay que seguir jugando. Tiene que continuarse produciendo dentro de una idea de fútbol, estar cerca de la excelencia", declaró en la previa el DT.

Y el técnico espera poder conducir a su equipo al éxito guiado por el recuerdo de Mario Lobo Zagallo, el mítico campeón del mundo como jugador con Brasil en 1958 y 1962 y después como primer entrenador en 1970, dirigiendo a uno de los equipos más recordados de la historia.

Por su parte, Perú, dos veces ganador del torneo continental en 1939 y 1975, tuvo que sufrir la ofensa de los pentacampeones del mundo en la fase de grupos para reaccionar y renacer, una derrota 5-0 convertida ahora en una suculenta ganancia.

"No sé si volverá a pasar lo mismo que pasó en ese primer partido, lo cierto es que nosotros ambicionamos hacer un gran partido, distinto a ese, estamos en una final", declaró el técnico de la Blanquirroja, Ricardo Gareca.

Y advirtió: "Si tengo que elegir un momento para enfrentar a Brasil es este, porque venimos de jugar contra dos selecciones que nos han fortalecido", en referencia a las eliminatorias de cuartos y semifinales contra Uruguay y Chile, respectivamente.

Si la mayoría del mítico Maracaná 'torcerá' por los locales, los incas contarán con el apoyo de todo el país. Banderas, camisetas y gorros con los colores blanco y rojo de la selección han invadido las calles y en los bares y esquinas no se habla de otra cosa que de fútbol y de un nuevo 'Maracanazo', en alusión al encuentro que Uruguay ganó en el estadio carioca, privando a Brasil de su primer título mundial en 1950.

Perú tendrá que luchar contra Brasil... y contra el vaticinio de Messi.

mcd/ma

FUENTE: AFP