Es importante mantener una alimentación balanceada, lo que podemos lograr consumiendo alimentos de los tres grupos básicos, al menos uno de cada grupo y durante el embarazo esto debe ser controlado cuidadosamente.
Grupo 1: suministran principalmente proteínas de origen animal, calcio, hierro y fósforo.
a) Leche y sus derivados: queso, cuajada, suero, requesón y yogurt.
b) Carnes: de pollo, res, pescado, mariscos, vísceras, etc.
c) Huevos: de gallina o codorniz.
Grupo 2: son una fuente abundante de vitaminas y minerales, fibras y energía.
a) Hortalizas: acelgas, berro, espinacas, lechuga, vainitas, repollo, coliflor, brócoli, pimiento, etc.
b) Frutas: manzana, mango, plátano, papaya, piña, sandía, mandarina, naranja, etc.
Grupo 3: suministra energía, proteínas, vegetales, fibras, vitaminas y minerales.
a) Granos: de distintos colores, frijoles, lentejas, garbanzos, arvejas, etc.
b) Verduras: apio, papa, ollucos, batata, etc.
c) Cereales: avena, arroz, maíz, trigo, cebada, etc.
El menú que deben consumir todas las embarazadas para un día es el siguiente:
Leche: 2 vasos diarios.
Quesos: una ración, una rebanada o tres cucharadas rayado.
Carnes: tres veces a la semana, 120 gramos en el almuerzo e igual cantidad en la cena.
Pescados: dos veces semanales, 120 gramos en el almuerzo y cena.
Huevos: 2 ó 3 unidades semanales.
Hortalizas: una o dos tazas diarias, preferiblemente crudas.
Frutas: en cada comida y en la merienda; un mango, naranja, guineo, tajada de papaya, sandía o melón.
Granos: una taza tres veces a la semana.
Cereales: una taza diaria de arroz o fideos cocidos. Dos rebanadas de pan o un pan integral en el desayuno o cena. Seis galletas en lugar de pan.
Verduras: una taza, en lugar de igual cantidad de arroz o pasta cocida.
Azúcares, grasas y sal: utilizar grasas vegetales en pocas cantidades, como margarina y aceite, preferiblemente de maíz. El azúcar, en especial rubia, miel, jalea real, mermelada y sal, no deben consumirse en exceso. Evitar la azúcar refinada. Se recomienda no ingerir alimentos enlatados, conservados o tratados; al igual que evitar el consumo de sodas, alcohol y comidas muy condimentadas.
Si cumples con esta dieta durante toda la etapa de gestación, tu bebé crecerá y se desarrollará sanamente, además, le aportarás los nutrientes necesarios y adecuados para que su cuerpecito se vaya fortaleciendo.
¿Interesante verdad?, si tienes alguna consulta o quieres emitir tu opinión, experiencia o comentarios, escríbeme a mis redes sociales.
FUENTE: Marilyn Cejas de Miranda