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Incremento de proteína protege contra el mal de Parkinson

WASHINGTON (AFP). El incremento de una proteína producida por células del cerebro llamadas astrocitos puede proveer una protección total contra al mal de Parkinson, según un estudio publicado hoy lunes.

Esta enfermedad neurodegenerativa, que causa temblores y rigidez muscular, ocurre cuando mueren o se deterioran las células cerebrales que producen dopamina -un neurotransmisor- en una zona del cerebro llamada "sustancia negra", lo que hace que los músculos del cuerpo pierdan la habilidad de funcionar con soltura y de forma coordinada.

En el estudio, cuyos resultados fueron publicados en los anales de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison estudiaron ratones con astrocitos que producían el doble del nivel normal de una proteína llamada Nrf2.

Los ratones, a los que se les suministró un químico que genera el mal de Parkinson, no padecieron luego este desorden nervioso, según mostró el estudio que concluye que la proteína Nrf2 producida por los astrocitos protegió a los animales de sufrir los efectos tóxicos del químico.

Pei-Chun Chen, un especialista de Taiwán, cruzó al ratón que producía exceso de Nrf2 con otro ratón cuya proteína había sido "eliminada", y encontró que éste último también estaba completamente protegido de la toxicidad química que causa la enfermedad de Parkinson.

"El nivel de dopamina se redujo en 90% en este ratón, pero estaba completamente protegido con Nrf2 en astrocitos" y no desarrolló Parkinson, dijo Jeffrey Johnson, profesor de ciencias farmacéuticas de la Universidad de Wisconsin, quien dirigió el estudio.

"No esperábamos la completa desaparición de la toxicidad", declaró Johnson a la AFP.

Los investigadores iniciaron experimentos a largo plazo en ratones para saber si es posible intervenir para revertir la enfermedad de Parkinson, luego de la aparición de daños en las neuronas.

"Los pacientes de Parkinson, cuando son diagnosticados, ya tienen una significativa pérdida de funciones neurales", dijo Johnson.

"La pregunta es: cuántas de esas neuronas están realmente muertas o no están trabajando bien?"

"Si las neuronas todavía están vivas pero no pueden funcionar a causa del entorno, cambiar el entorno puede no solamente prevenir mayores pérdidas, sino que podría también hacer que las que están enfermas mejoren, y se podría lograr la recuperación de las células", especuló Johnson.

Según la National Parkinson Foundation, cerca de 1,5 millones de estadounidenses sufren la enfermedad, entre ellos el ex boxeador Mohamed Alí y el actor Michael J. Fox, y cada año son diagnosticados otros 60,000 nuevos casos.